LONDRES, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Reino Unido ha reiterado este viernes su rechazo a una acción militar contra Irán a corto plazo para evitar que el régimen iraní fabrique una bomba atómica.
En un comunicado, Downing Street ratifica la estrecha colaboración existente entre Reino Unido y Estados Unidos, pero desestima que "una acción militar sea la apropiada en este momento".
Estas palabras suceden a un artículo publicado por el diario británico 'The Guardian' que, citando a fuentes diplomáticas, señala que destapa que funcionarios estadounidenses habrían presionado a pares británicos para usar las bases de Reino Unido en Chipre y en las islas de Ascensión y Diego García --en el Atlántico y en el Índico respectivamente-- para reforzar su presencia militar en la zona.
Asimismo, Londres justifica los planes de contingencia frente a un hipotético ataque sobre Irán como tareas rutinarias. El 'premier' británico, David Cameron, emplazó a Irán la semana pasada a que apelara por la moderación y aclarara el fin de su programa nuclear.
NO ES UNA "AMENAZA CLARA E INMEDIATA"
Irán no representa una "amenaza clara e inmediata", ha asegurado al mismo rotativo británico una fuente anónima, si bien una portavoz gubernamental ha matizado que el Gobierno de Cameron "no ha quitado de la mesa ninguna opción".
Las conversaciones sobre el programa nuclear iraní entre Teherán y el Grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania) están encalladas desde hace meses.
Irán insiste en que la finalidad de sus instalaciones nucleares es civil, aunque Occidente sigue siendo escéptica. Israel apuesta por una acción militar, incluso unilateral, para prevenir que el régimen iraní consiga fabricar una arma nuclear, lo que supondría una grave amenaza para el país.
Estados Unidos, sin embargo, ha abogado por la moderación y la cautela, sin descartar, al igual que Reino Unido, ninguna de las opciones, aunque ambos apuestan primeramente por la diplomacia para resolver las tensiones.
Además, al desprestigio de las campañas militares en Reino Unido, se une la crisis económica que golpea al país. Cameron rechaza engordar el presupuesto de Defensa y pretende acelerar la retirada de las tropas británicas en Afganistán.
