ROMA, 9 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
La Policía italiana ha arrestado a 16 personas implicadas en una red que se encargaba de realizar espionaje político e industrial, incluido el caso de las pasadas elecciones regionales en la región de Lazio, cuando el entonces presidente de la región, Francesco Storace, comunicó que había sabido que Alessandra Mussolini había presentado firmas falsas para su candidatura.
Los arrestados son once investigadores privados, dos miembros del cuerpo de la guardia financiera, un inspector de la policía y dos empleados de la compañía de telefonía móvil TIM. Sobre ellos recae las acusaciones de asociación criminal, revelación de actos, violación de sistemas informáticos e interferencias en la vida privada, entre otros.
Según el juez instructor, Paola Belsito, los once investigadores pagaban a los tres agentes y a los dos empleados para obtener noticias secretas del banco de datos de las fuerzas del orden, así como de la compañía telefónica. El material era usado con fines de espionaje industrial pero también el espionaje político en el caso de las elecciones a la región del Lazio el año pasado, según revela hoy la prensa italiana.
Uno de los detenidos, Pierpaolo Pasqua, titular de la agencia invetigadora SSI, estaba en contacto con Niccolò Accame, portavoz de Storace, que ahora es ministro de Sanidad. Fue el mismo partido de Storace quien denunció que la lista Alternativa Sociale, de Mussolini, había añadido firmas falsas para llegar al número que pide la ley para presentar una candidatura. Según los medios de comunicación, para saber este dato, alguien se había introducido sin autorización en los ordenadores del Ayuntamiento de Roma.
También la prensa revela que durante el periodo pre electoral fue espiado y seguido el candidato del centro-izquierda a la región del Lazio, Piero Marrazzo, principal rival de Storace y que al final ganó las elecciones.
Tras saberse esta noticia, Alessandra Mussolini y la oposición de centro izquierda han pedido explicaciones tanto al actual ministro de Sanidad como al ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, sobre este presunto espionaje político.
