TOKIO, 16 Ago. (EP/AP) -
La princesa japonesa Kiko ingresó hoy en el hospital para prepararse ante el nacimiento de su tercer hijo. El embarazo presenta síntomas de complicación, pero la princesa se encuentra en buen estado de salud, según informó una fuente oficial bajo el anonimato, en medio de las expectativas de que nacerá un heredero al trono.
El parto se esperaba para la primera semana de septiembre y se anunció que posiblemente sería a través de una cesárea. La esposa de 39 años del príncipe Akishino, segundo hijo del emperador Akihito, ya es madre de dos niñas, y su embarazo ha sido seguido con especial atención ante los rumores de que podría dar a luz un varón que heredaría el trono.
La familia imperial japonesa no tiene un heredero varón desde 1965 y la ley sólo permite que los hombres suban al trono. "La princesa ha descansado hasta ahora en su casa, pero al encontrarse en el noveno mes de embarazo decidió ir al hospital para evitar la posibilidad de una hemorragia prematura y la preparación del parto", declaró ayer una fuente de la Casa Imperial japonesa bajo el anonimato por motivos de protocolo.
El hijo mayor de Akihito, el príncipe Naruhito, tiene una hija con su esposa Masako. El año pasado, el primer ministro, Junichiro Koizumi, hizo alusión a una posible reforma constitucional para permitir que una mujer pueda asumir el trono imperial y resolver así la crisis de sucesión. Sin embargo, el tema se postergó ante el tercer embarazo de Kiko.
El mes pasado, la Casa Imperial informó de que Kiko mostraba síntomas de placenta previa parcial, condición en la que parte de la placenta se coloca muy baja en el útero. La semana pasada, la cadena de televisión estatal aseguró que se le practicaría una cesárea, citando a portavoces oficiales no identificadas.
