El Laborismo encara la peor derrota electoral desde los años 30

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Actualizado: miércoles, 6 agosto 2008 17:42




   LONDRES, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El Partido Laborista británico afronta la peor derrota electoral desde los años 30 del siglo pasado, según revela la 'Encuesta de las encuestas' publicada por el diario 'The Independent'.

   Esto revela que, de celebrarse unas generales, la formación bajaría del umbral de los 200 escaños en el Parlamento y los conservadores obtendrían unos 395 diputados que les garantizarían la hegemonía en Westminster durante al menos una década.

   Los datos representan una compilación de sondeos anteriores que ya habían apuntado una tendencia responsable del debate sobre la continuidad del primer ministro, Gordon Brown, quien en el tan sólo un año que lleva en el poder ha conducido al Laborismo a cuatro derrotas consecutivas en las urnas y a los peores niveles de aceptación de prácticamente toda su historia.

   Así, de tener lugar hoy unos comicios generales, el partido que en los últimos 11 años ha ostentado el poder recabaría un 27 por ciento de los votos, frente al 44 por ciento que se llevarían los 'tories', quienes protagonizarían un vuelco electoral de tal magnitud que dejarían al laborismo a 132 asientos de distancia en la Cámara de los Comunes. Un margen que, según los expertos, aseguraría a David Cameron al menos una década en el número 10 de Downing Street.

   En contraposición, con Brown al frente, los laboristas caerían hasta los 195 diputados y reeditarían una representación inferior a los 200 asientos que no se producía desde la década de los 30, ni siquiera en los años de dominio conservador de Margaret Thatcher, cuando incluso el considerado desastroso saldo de Michael Foot en 1983 fue superior, ya que obtuvo 209 parlamentarios.

   Además, los resultados supondrían reducir a prácticamente la mitad la vigente presencia laborista en Westminster y afectaría a algunos de los principales ministros del actual Gobierno, como el propio titular de Hacienda, Alistair Darling; la de Interior, Jacquie Smith; o el responsable de Negocios, John Hutton. Por su parte, el balance conservador sería comparable a los márgenes obtenidos por Tony Blair en sus dos primeras elecciones, en 1997 y 2001.

   PRESIÓN SOBRE BROWN

   De igual modo, la encuesta añade presión adicional sobre Brown, que continúa su descenso de popularidad hasta niveles que en épocas recientes sólo supera Michael Foot, precisamente el candidato vapuleado por la 'Dama de Hierro' en los años de hegemonía conservadora en el Reino Unido, y con una evolución, según los analistas, imposible de reconducir.

   Aparte, otro revés para el primer ministro es que, frente a su promesa de "guiar al país en tiempos difíciles" y su atribución exclusiva a la economía como responsable de los problemas, la encuesta revela que los ciudadanos no confían en su capacitación para hacer frente a la crisis financiera y que su prestigio como gestor, labrado durante la década que permaneció al frente de la cartera del Tesoro, ha dado paso al escepticimo.

   Así, menos de un quinto de sus votantes creen que el dirigente escocés está realizando un buen trabajo en el número 10 de Downing Street, si bien un porcentaje similar reconoce estar insatisfecho con el balance laborista y los niveles de desilusión con el Gobierno son equiparables a los sufridos por la Administración Thatcher poco antes de ser relegada por su propio partido en 1990.