BEIRUT, 16 Ago. (EP/AP) -
Hezbolá se comprometió públicamente a ayudar a los miles de refugiados libaneses cuyas casas quedaron destrozadas por los bombardeos israelíes. Tras el alto el fuego, 10.000 personas han vuelto a sus ciudades de origen, del este y sur de Líbano, encontrando sus casas dañadas o totalmente destrozadas.
Horas después del alto el fuego que se produjo el pasado lunes, el líder de Hezbolá, el jeque Hassan Nasralá, apareció en televisión y prometió ayudas para reconstruir Líbano. Nasralá afirmó que los 15.000 edificios que fueron dañados durante la guerra serán reconstruidos.
Hezbolá está recolectando información entre los refugiados para saber a cuántas casas fueron destrozadas, y estima que se necesitarán de cientos de millones de dólares para reconstruir el país.
Todavía no se sabe con exactitud el número de personas que se han registrado solicitando ayuda, aunque fuentes de Hezbolá aseguran que más de 190 edificios han sido destruidos y cerca de 90 se encuentran gravemente dañados en la zona sur de las afueras de Beirut.
Aquellas personas cuyas hogares fueron totalmente destrozados recibirán la cantidad del alquiler de la casa y de los muebles durante un año. Y aquellos cuyas casas hayan sido dañadas, podrán arreglarlas ellos mismos y recibir el dinero de la reconstrucción, o bien Hezbolá enviará trabajadores para reparar los daños.
Cientos de operarios trabajan ya hoy en las calles de Dahiyeh, limpiando las calles y quitando todos los escombros. Algunas zonas estaban completamente cerradas y controladas por miembros de Hezbolá por el miedo a los posibles saqueos y sólo los residentes acreditados podían acceder a estas zonas.
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