MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El mayor campo de desplazados internos de Yemen, situado en la región de Marib y residencia de unas 5.000 familias, cuenta desde el domingo con su primer centro médico, gestionado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que hasta ahora solo disponía de dos clínicas móviles para atender las crecientes necesidades.
Una de las médicas de este nuevo centro, Samar al Qadi, ha advertido de que "el campo está saturado y las condiciones de vidas son malas", lo que da pie a la expansión de enfermedades teóricamente prevenibles entre una población que ya es en sí vulnerable por los efectos de la guerra.
"Ahora podremos combatir mejor las enfermedades infecciosas y dar apoyo a personas con enfermedades crónicas", ha afirmado Al Qadi. La OIM prevé que el nuevo centro, que dispone de salas de consulta, laboratorio, farmacia y camas, atienda a unos cien pacientes diarios.
El sector sanitario es uno de los grandes damnificados de la guerra en Yemen, de la que se cumple precisamente este mes de marzo el quinto aniversario. El 80 por ciento de la población necesita ayuda en la que ya está considerada como la mayor crisis humanitaria a nivel mundial.
