MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha considerado este miércoles que la reanudación de las relaciones bilaterales entre Irán y Arabia Saudí, rotas en 2016, es "una oportunidad", considerando que se trata de un "gran acuerdo" en términos diplomáticos.
El portavoz del secretario general de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, tras ser preguntado en una rueda de prensa por el acuerdo, ha asegurando que se trata de "buenas noticias", al tiempo que ha sostenido que espera que "esto cree un clima propicio para consagrar una vía política hacia la paz en Yemen".
En este sentido se ha expresado el enviado de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, quien ha "acogido con satisfacción el reciente acuerdo" entre Riad y Teherán "para reanudar los lazos diplomáticos, que ha sido mediado por China".
"Este diálogo y las relaciones de buena vecindad son importantes para la región y para Yemen. Las partes deben aprovechar la oportunidad que les brinda este impulso regional e internacional para dar pasos decisivos hacia un futuro más pacífico", ha declarado Grundberg.
"Esto requiere paciencia y una perspectiva a largo plazo. Y esto requiere valentía y liderazgo. Es mucho lo que se ha conseguido en el último año y ahora es el momento de dar los siguientes pasos", ha agregado el enviado de la ONU.
Grundberg ha realizado estas declaraciones ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al que ha explicado que los esfuerzos diplomáticos en Yemen han brindado un año de relativa calma, aunque la tregua --del conflicto que está cerca de cumplir una década y ha provocado una emergencia humanitaria masiva-- caducó oficialmente en octubre y ha sido renovada varias veces desde entonces.
El acuerdo restaura las relaciones diplomáticas entre Teherán y Riad, rotas en 2016 tras un ataque contra misiones saudíes en Irán a manos de manifestantes que pedían detener la ejecución del clérigo chií Nimr al Nimr.
Las autoridades iraníes han indicado que este acercamiento acelerará el logro de un alto el fuego en Yemen, donde ambos países están enzarzados indirectamente a través de la guerra civil, donde Riad respalda al Gobierno yemení mientras que Teherán hace lo propio con la insurgencia huthi.
