CIUDAD DE GAZA, 9 Ago. (EP/AP) -
El comisionado adjunto de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), Filippo Grandi, advirtió hoy de que la Franja de Gaza pronto dependerá por completo de la ayuda exterior y de que se enfrenta a "desastrosas consecuencias" si no se abren las fronteras con el territorio controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica.
Tanto Israel como Egipto cerraron sus fronteras con Gaza para todo excepto para la ayuda humanitaria después de que los milicianos de Hamás tomasen el control de la Franja en junio. El cierre consiguió empeorar la pobreza de los cerca de 1,4 millones de residentes en el territorio, según la Agencia.
Grandi indicó que el bloqueo creó una situación extremadamente delicada y comentó que "Gaza corre el riesgo de convertirse en una comunidad cerrada, aislada y cien por cien dependiente de la ayuda si continúa el presente régimen de aislamiento". Si no se abren las fronteras "habrá consecuencias desastrosas" y se creará un "ambiente de desesperación y falta de esperanza en el cual el extremismo se fomentará fácilmente", advirtió el comisionado.
Las pérdidas acumuladas desde la toma de poder de Hamás ascienden a 23 millones de dólares (unos 16,7 millones de euros) según las estimaciones presentadas hoy por la Asociación de Empresarios Palestinos, que añadió que si el cierre de fronteras continúa, cerca de 120.000 trabajadores podrían perder sus empleos.
Según cifras del 2006, el 80 por ciento de la población de Gaza vivía en la extrema pobreza, según el Banco Mundial, mientras que el paro subió en 2006, del 30,3 por ciento al 34,8 por ciento, según cifras oficiales auque la organización israelí de Derechos Humanos B Tselem, denunció el año pasado que el 70 por ciento de la población de la Franja no tenía un trabajo remunerado.
