MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un relator de Naciones Unidas ha manifestado este viernes que el Gobierno de Brasil debe reconsiderar sus planes para conmemorar el aniversario el golpe de Estado que en 1964 dio inicio a una dictadura de más de 20 años, lo que ha suscitado una fuerte reacción de instituciones y sociedad civil.
El relator especial de Naciones Unidas para la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición, Fabián Salvioli, ha recalcado que "los intentos de revisar la historia y justificar o aprobar graves violaciones de los Derechos Humanos en el pasado deben ser claramente rechazados por todas las autoridades y la sociedad en su conjunto".
"Conmemorar el aniversario de un régimen que provocó tanto sufrimiento a la población brasileña es inmoral e inadmisible en una sociedad fundamentada en el Estado de Derecho. Las autoridades están obligadas a garantizar que estos crímenes horrendos no son olvidados, distorsionados o dejados sin castigo", ha añadido.
En este sentido, Salvioli ha señalado que "cualquier acción que pudiera justificar o aprobar las graves violaciones durante la dictadura reforzarán la impunidad que los responsables han disfrutado en Brasil, socavar los esfuerzos para evitar que esas violaciones se repitan y debilitar la confianza de la sociedad en las instituciones públicas y el Estado de Derecho".
Por ello, ha recalcado el derecho de los brasileños a saber la verdad sobre este periodo de la historia del país y el deber del Estado de conservar las pruebas. "Esto podría incluir preservar la memoria colectiva de estos acontecimientos y protegerse contra el desarrollo de argumentos revisionistas y negacionistas".
Salvioli ha argumentado que un relato preciso de las violaciones que sufrieron las víctimas es parte de su derecho a la reparación y la satisfacción. "Me preocupa profundamente que las celebraciones planificadas pudieran llevar a un proceso de revictimización para aquellos que sufrieron", ha remachado.
La diputada oficialista Joice Hasselmann anunció el martes a través de su cuenta en la red social Twitter que "a partir de este año, Brasil conmemorará el aniversario del 31 de marzo de 1964". "Retomamos la verdadera narrativa de nuestra Historia. Orgullo brasileño", celebró.
El presidente del país, el ultraderechista Jair Bolsonaro, ex militar, no ha ocultado en ningún momento su nostalgia por la época del régimen castrense. Ha apostado por reforzar la presencia de la institución armada en la política brasileña incluyendo a varios uniformados en su Gobierno.
Uno de sus hijos, Eduardo Bolsonaro, difundió recientemente por redes sociales el trailer de un documental que legitima la dictadura militar que gobernó el gigante suramericano entre 1964 y 1985. "Cuenta verdades nunca contadas, y mucho menos por los profesores de Historia", dijo en Twitter.
Esta medida, que según Hasselmann ya está en el orden del día de las Fuerzas Armadas y cada comandante decidirá cómo se llevan a cabo los festejos, ha suscitado un enérgico rechazo.
"Festejar la dictadura es festejar un régimen inconstitucional responsable de graves crímenes y violaciones de los Derechos Humanos", dijo el miércoles la Fiscalía Federal para los Derechos del Ciudadano (PFDC), en un duro comunicado en el que advierte sobre posibles consecuencias legales para el Gobierno.
Por su parte, el Defensor Público de la Unión (DPU) inició una acción civil contra el Estado en la que pide una medida cautelar para impedir que las Fuerzas Armadas conmemoren el golpe de Estado basándose en "el principio de moralidad administrativa, en el debido proceso legislativo y en el respeto al Estado Democrático de Derecho".
