Actualizado: jueves, 19 julio 2012 20:42

NUEVA YORK, 19 Jul. (Reuters/EP) -

Rusia y China han vetado en el Consejo de Seguridad el nuevo proyecto de resolución sobre Siria, que está respaldado por los países occidentales y amenaza con imponer sanciones al Gobierno del presidente Bashar al Assad si no deja de usar armamento pesado para hacer frente a la revuelta y retira sus tropas de las zonas urbanas.

Es la tercera vez que Rusia, un aliado clave de Damasco, y China utilizan su poder de veto en el Consejo de Seguridad para impedir la aprobación de sanciones cuyo fin es aumentar la presión sobre Al Assad y detener la violencia en Siria.

El último proyecto votado en el Consejo, que habría prolongado 45 días el mandato de la misión de observación de la ONU, ha recibido once votos a favor, mientras que Sudáfrica y Pakistán se han abstenido.

El embajador de Reino Unido ante la ONU, Mark Lyall Grant, ha declarado ante el Consejo que se siente "horrorizado" por el veto de China y Rusia. "Con esa acción están protegiendo a un régimen brutal. Han optado por situar sus intereses nacionales por encima de la vida de millones de sirios", ha denunciado.

Su homólogo francés, Gérard Araud, ha advertido de que esto no disuadirá a quienes abogan por emprender acciones contundentes en la ONU.

"No podíamos ser cómplices de una estrategia que ha unido una falsa acción diplomática con la parálisis", ha dicho Araud. "Este doble veto no nos detendrá. Seguiremos ayudando a la oposición siria en su camino hacia la transición a la democracia", ha subrayado.

El Consejo de Seguridad aún está a tiempo de negociar otra resolución sobre la misión de observación antes de que su mandato de 90 días finalice, el viernes a medianoche (las 6.00 horas del sábado en España).

CAPÍTULO VII DE LA CARTA DE LA ONU

Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos proponían en la resolución vetada que el plan de paz del mediador internacional, Kofi Annan, se enmarque en el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, que permite que el Consejo de Seguridad autorice acciones que van desde sanciones diplomáticas y económicas hasta una intervención militar.

Los países occidentales que forman parte del Consejo aclararon en su momento que el texto amenaza con sanciones --si las autoridades sirias no dejaban de usar armamento pesado en zonas urbanas en un plazo de diez días--, pero no con una intervención militar.

Pero Rusia ya dejó claro hace unos días que iba a vetar cualquier resolución sobre Siria que hiciese referencia al Capítulo VII, y el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, describió la amenaza de las sanciones como un "chantaje".

Moscú ha propuesto un proyecto de resolución para prolongar 90 días el mandato de la Misión de Supervisión de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS), que fue aprobada inicialmente para supervisar el alto el fuego que debía entrar en vigor el 12 de abril y que finalmente fracasó. La UNSMIS suspendió su labor el pasado 16 de junio a causa del incremento de la violencia.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha recomendado que, en caso de que se renueve la misión, compuesta por 300 observadores militares desarmados, se modifique para que esté formada por personal civil y se centre en la consecución de una solución política y en cuestiones como los Derechos Humanos.

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