MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Uno de los investigadores del asesinato de la periodista rusa Anna Politkovskaya, conocida por su postura crítica contra el Gobierno de Moscú, ha declarado que la muerte de la reportera fue tanto una represalia por su labor como un mensaje dirigido a intimidar a los profesionales de los medios de comunicación y a la sociedad, en general.
El responsable del asesinato de la reportera "no solo se estaba vengando de sus artículos críticos", sino que "necesitaba también de un acto de importancia pública para intimidar a las autoridades, a la sociedad y a los periodistas", declaró el investigador Petros Garibyan en una entrevista publicada ayer en el diario 'Kommersant'.
Politkovskaya fue asesinada en octubre de 2006 a los 47 años de edad. su cuerpo fue hallado en el portal de su vivienda con agujeros de bala en el pecho y en la cabeza por disparos realizados a distancia de quemarropa, propios de una ejecución.
El investigador asegura que el hecho de que la periodista falleciera un 7 de octubre, el cumpleaños del presidente, Vladimir Putin, "no fue una simple coincidencia", porque el asesino "tuvo todas las oportunidades del mundo para cometer antes el crimen".
Politkovskaya dedicó gran parte de su vida profesional a denunciar los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad rusas en el conflicto de Chechenia. Sus textos, sin embargo, también acusaban a las guerillas chechenas de perpetrar crímenes contra los derechos humanos.
El investigador, no obstante, cree que no hay motivo para sospechar del líder checheno, Ramzan Kadyrov, de la muerte de la periodista, como tampoco del empresario ruso Boris Berezovsky, a quien un momento se relacionó con el crimen dado su interés, como él mismo llegó a declarar, en fomentar el conflicto civil en Rusia, a raíz de la indignación desatada por la muerte de la periodista en la sociedad rusa.
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