KABUL, 15 Sep. (DPA/EP) -
Los talibán han anunciado que volverán a brindar "garantías de seguridad" al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), gracias a las cuales la organización ya ha anunciado que retomará las actividades que dejó interrumpidas en abril de 2018 por las amenazas de la insurgencia.
Un portavoz talibán ha confirmado en un comunicado que la organización ha ordenado a sus miembros que proporcionen seguridad "a los trabajadores y los equipos del comité", que se había visto forzado a interrumpir la mayoría de sus actividades en el país asiático.
Una portavoz del CICR, Roya Musawi, ha confirmado la próxima reanudación de las actividades suspendidas, entre ellas el transporte de cadáveres, la organización de visitas a presos y la atención sanitaria. El año pasado, unas 140.000 personas recibieron tratamiento en alguno de los siete centros de rehabilitación que cruz Roja tenía repartidos por Afganistán, pero la amenaza talibán provocó el cierre de todas estas instalaciones salvo una, localizada en Kabul.
Las organizaciones humanitarias que trabajan en Afganistán, han defendido durante estos últimos años la imparcialidad de sus actividades, algo especialmente palpable en el caso del CICR, que hace bandera de la neutralidad que ha mantenido históricamente durante conflictos bélicos.
