La UA llama al diálogo entre Egipto y Etiopía ante las tensiones por la construcción de una presa

Actualizado: sábado, 15 junio 2013 7:09

MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la Comisión de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, ha formulado este viernes un llamamiento entre los gobiernos de Egipto y Etiopía para solucionar los problemas diplomáticos derivados de la decisión de Addis Abeba de desviar un tramo del Nilo Azul, afluente del Nilo, para construir la presa del Gran Renacimiento, según ha informado la agencia estatal egipcia de noticias, MENA.

Las declaraciones de Dlamini-Zuma se han producido apenas un día después de que el Parlamento etíope aprobara un tratado que limita los derechos que ostenta Egipto sobre el río Nilo, derivados de la etapa post colonial, a pesar de las advertencias lanzadas en los últimos días por las principales autoridades egipcias.

Seis países de la cuenca del Nilo ya aprobaron el acuerdo contra el veto egipcio. El portavoz del Gobierno etíope, Bereket Simon, explicó que habían retrasado la ratificación como "gesto de buena voluntad" hacia Egipto, hasta que el país contase con un nuevo gobierno.

La tensión entre ambos países se ha incrementado en las últimas semanas en torno al plan, si bien aumentó considerablemente el lunes después de que el presidente egipcio, Mohamed Mursi, resaltara que "todas las opciones están sobre la mesa" para hacer frente a la situación.

Durante su discurso, Mursi reiteró en múltiples ocasiones que El Cairo "no tolerará" ninguna amenaza contra su cuota tradicional de agua del río e indicó que "Egipto defenderá cada gota de agua del Nilo con sangre si es necesario".

Sin embargo, el portavoz del Ejército egipcio, Ahmed Mohamed Alí, subrayó que "es demasiado pronto" para hablar de acciones militares contra Etiopía y recordó que "la acción militar es habitualmente el último recurso".

Etiopía defiende su derecho a construir la presa del Gran Renacimiento, un proyecto de 4.700 millones de dólares (3.500 millones de euros) en el que Egipto ve una amenaza para el suministro de agua a sus 84 millones de ciudadanos.

Por su parte, el Gobierno de Sudán, el tercer país afectado, afirmó la semana pasada que los trabajos de construcción "no afectarán" al país y reiteró su compromiso para continuar la cooperación con Addis Abeba y El Cairo con el objetivo de garantizar el máximo beneficio de los tres países de la explotación de los recursos del Nilo.