Cruz Roja dejará de distribuir tiendas de campaña en el valle del Jordán para evitar que sean incautadas por las autoridades israelíes.
RAMALA (CISJORDANIA), 7 Feb. (Reuters/EP) -
Varias agencias de ayuda humanitaria que están trabajando en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este han advertido este viernes de las demoliciones, cada vez más habituales, de viviendas de palestinos.
La cifra de derribos y de desplazamientos forzados de palestinos han aumentado en un 50 y un 75 por ciento, respectivamente, desde el pasado mes de julio, cuando se retomaron las negociaciones de paz entre ambas partes, hasta finales de 2013, en comparación con las cifras del año anterior durante el mismo período.
De las 663 estructuras de propiedad palestina que fueron derribadas en 2013, la cifra más alta de los últimos cinco años, 122 habían sido construidas con financiación de los donantes internacionales, según ha advertido el grupo formado por 25 agencias y organismos, entre los que se encuentran Oxfam y Christian Aid.
"Organizaciones de ayuda humanitaria locales e internacionales se han enfrentado, cada vez más, a muchas restricciones cuando se encontraban intentando satisfacer las necesidades (de los palestinos) provocadas por la demolición de las propiedades de civiles", han advertido las ONG. Esto ha supuesto la "violación de las obligaciones de Israel de facilitar la distribución efectiva de ayuda humanitaria".
CRUZ ROJA NO REPARTIRÁ TIENDAS DE CAMPAÑA
Ante esta situación, Cruz Roja Internacional se ha visto obligada a anunciar esta semana la paralización de la distribución de tiendas de campaña a refugiados palestinos que han sido expulsados de sus hogares en la zona cisjordana del valle del Jordán, después de que sus viviendas fueran derribadas. La agencia ha asegurado que se trata de una medida para evitar la obstrucción por parte de las autoridades israelíes y la confiscación del material de ayuda humanitaria.
El valle del Jordán --región que sería la frontera este de un futuro Estado independiente de Palestina-- ha sido una región especialmente polémica, ya que Israel insiste en mantener presencia militar después de llegar a un acuerdo de paz.
Por su parte, Palestina ha rechazado esta medida y ha asegurado que esa es una labor que deberían llevar a cabo las fuerzas internacionales bajo observación de Israel.
Durante las últimas décadas, la población palestina de la región ha disminuido debido al desvío de los suministros de agua del río Jordán para el establecimiento de zonas militares y asentamientos israelíes.
CAMPAMENTO DE PROTESTA
Un grupo de activistas palestinos levantaron la semana pasada un campamento de protesta en un pueblo abandonado del valle. Al día siguiente, las fuerzas israelíes intentaron dispersar a un grupo que encabezaba una concentración masiva para los rezos del viernes.
"Llegaron en grandes grupos con vehículos blindados pero no acabaron con nuestra voluntad, la resistencia popular continuará y saldremos victoriosos y volveremos", ha advertido uno de los miembros de la sentada, el diputado Mustafá Barghuti.
El Ejército israelí describió a través de un comunicado a los manifestantes como "provocadores" y aseguró que la evacuación se llevó a cabo debido a los ataques con piedras que sufrieron y a "otras consideraciones legales".
GUERRA DE 1967
Israel capturó las regiones de Cisjordania y Jerusalén Este, junto a la Franja de Gaza, durante la guerra de 1967. En 2005 abandonó Gaza, un enclave actualmente gobernado por el grupo islamista Hamás, principal opositor del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, y de su estrategia de alcanzar un acuerdo de paz.
La voluntad de los palestinos es que los más de medio millón de colonos judíos ubicados, junto a soldados israelíes, en los territorios ocupados los abandonen. No obstante, Israel se resiste a dejar una zona a la que considera que está unido por "lazos históricos y bíblicos".
