ROMA, 4 Jul. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El Servicio Europeo de las Vocaciones (EVS) del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCCE) recordó el papel que juega la familia cristiana para que nazcan nuevas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Ésta fue una de las principales conclusiones a las que llegó el congreso anual que celebró el EVS en la localidad croata de Baske Utarije entre los pasados 28 de junio y 1 de julio.
Para hacer frente a la "falta de vocaciones sacerdotales y religiosas" que sufre Europa es necesario incentivar primero las "vocaciones al matrimonio", a través del cual, "Dios llama a los hombres y mujeres al amor", es decir, "al don de sí mismos", señaló la CCCE a través de un comunicado.
Los participantes incidieron en la necesaria y "estrecha colaboración" entre las distintas vocaciones que coexisten en el seno de la Iglesia y que van desde la vida consagrada y el sacerdocio a la laica y matrimonial. "En la gran familia de la Iglesia, o crecemos todos juntos o no se crece", advierte la nota.
Asimismo, recordaron que "la familia es el primer terreno que se tiene que cultivar", siendo "un lugar de gran esperanza" para el futuro de la Iglesia, ya que es donde se fundamenta "la interioridad y la llamada" de cada fiel cristiano.
No obstante, reconocieron las "numerosas dificultades" que debe hacer frente actualmente la familia cristiana europea, inmersa en una sociedad y una cultura "individualista, consumista y laicista", donde se ha difundido el "ateísmo, una especie de intolerancia a la verdad, una alergia a la fe e incluso a veces, una cierta cristofobia".
En total, acudieron al encuentro cerca de 50 responsables de la pastoral vocacional procedentes de hasta 17 delegaciones distintas, entre ellas, España, Austria, Bélgica, Croacia, Francia, Alemania, Reino Unido, Irlanda, Italia, Polonia, Suiza y Portugal. Al término de la reunión se anunció que el próximo congreso anual se celebrará en Oporto (Portugal), del 3 al 6 de 2008.
Según el Anuario Pontificio 2007, Europa es el único continente en el que ha disminuido su cuota de sacerdotes. Mientras en 2004 los 199.978 sacerdotes europeos representaban casi el 49,3 por ciento del total del grupo eclesiástico, un año más tarde ha descendido al 48,8 por ciento.
También se ha registrado un decrecimiento del 1,9 por ciento en el número de estudiantes de filosofía o teología en los seminarios diocesanos o religiosos en Europa. En 2005, de 100 candidatos al sacerdocio en todo el mundo, 32 eran americanos, 26 asiáticos, 221 africanos, 20 europeos y 1 de Oceanía.
