¿Vivimos en uno de los períodos más violentos de las últimas décadas?

¿Es El Mundo Más Violento Que Antes?
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 21 diciembre 2016 13:46

MADRID, 5 Oct. (EDIZIONES)

Terrorismo internacional, guerras, atentados, tráfico de seres humanos, narcotráfico, inseguridad... Son muchos los problemas y las amenazas a los que se enfrenta el mundo actual. Los datos indican que el número de conflictos y de muertes ocasionadas por éstos han disminuido en lás últimas décadas, aunque por otro lado los actos terroristas han aumentado en todo el mundo.

Las estadísticas reflejan también un incremento de la preocupación por el terrorismo entre los españoles y los europeos pero, ¿se corresponde ese aumento de la percepción del miedo con un aumento real de la violencia?

MENOS MUERTES Y MENOS CONFLICTOS

El número de muertos en guerras ha experimentado un gran descenso en las últimas décadas, de acuerdo con los datos de Peace Research Institute Oslo y Uppsala Conflict Data Program, que muestra la evolución de fallecidos en conflictos tras la II Guerra Mundial.

Hasta 1949 se registra una cifra de muertes muy alta en todo el mundo, la gran mayoría en guerras civiles, pero es en 1950 cuando se alcanza el pico más alto de muertes, 21.8 muertes por cada 100.000 personas, la mayoría causadas por conflictos entre estados.

A partir de ese momento, las defunciones bajaron drásticamente, aunque volvieron a subir de forma alarmante a finales de los 60, sin llegar nunca a niveles anteriores a los años 50, por las guerras entre distintos países, hasta finales de los 80 (Guerra de Vietnam, Guerra Fría...). La década de los 90 marcó el inicio de una etapa con un número muy bajo de muertes por conflictos bélicos en comparación con las décadas anteriores, una tendencia que se ha mantenido hasta hoy.

¿LA ÉPOCA MÁS PACÍFICA?

Entonces, ¿vivimos en una de las épocas más pacíficas? Gran parte de la comunidad científica está de acuerdo en que tanto el número como la mortalidad de las guerras entre estados y guerras civiles ha disminuido en las últimas décadas, según indica Human Security Project.

El científico y psicólogo canadiense Steven Pinker se ha convertido en una de las figuras más optimistas y populares sobre esta cuestión. En una entrevista concedida este mes de septiembre al portal estadounidense 'Vox', éste asegura que la violencia ha disminuido y que vivimos 'probablemente' en el período más pacífico de la historia.

Ni siquiera el conflicto en Siria, dice Pinker, afecta a su idea de que la paz está más consolidada que nunca. Según el canadiense, la cifra actual de muertos en conflictos es "algo superior a la de 2010 pero solo una fracción de lo que era en años anteriores. 22 de cada 100.000 murieron en la Guerra de Corea y nueve en el caso de la Guerra de Vietnam. A pesar de que los muertos por guerras han aumentado, son solo una pequeña parte de los que solían ser antes".

Sobre el terrorismo reciente en Europa, el canadiense se muestra convencido de que el viejo continente sobrevivirá a la "oleada de atentados" de los últimos meses y pronostica un negro futuro para los grupos terroristas: "Los movimientos terroristas siempre fallan, dejan de existir y no alcanzan sus objetivos. Irlanda del Norte sigue siendo parte de Reino Unido, el País Vasco sigue formando parte de España, Israel sigue existiendo... y la lista continúa".

El pasado mes de agosto, Pinker junto al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, escribió una columna en el diario estadounidense 'The New York Times' aprovechando el acuerdo de paz alcanzado entre las FARC y el Gobierno. Lo describió como un gran paso para la paz en América y en el mundo: "El mundo no está en guerra, como mucha gente cree", aseguran Pinker y Santos: "vivimos en un mundo donde cinco de cada seis personas vive en lugares mayoritaria o totalmente libres de conflictos armados".

El escritor sueco Johan Norberg, conocido por su defensa del capitalismo y la globalización, lo tiene claro: "El mundo es mucho más pacífico ahora", asegura a Europa Press. "1.4 de cada 100.000 muere ahora en combates, esto supone un drástico descenso desde 1980, cuando la cifra estaba en 4 ó 5 de cada 100.000". Norberg también analiza la oleada de atentados que ha sufrido Occidente en los últimos años: "Es verdad que el terrorismo se ha incrementado pero no ha conducido a un riesgo para la vida humana. Tenemos un número similar de víctimas al de la década de los setenta causados por grupos separatistas y comunistas".

Además, afirma Norberg, ciertos tipos de terrorismo han desaparecido, como el secuestro de aviones. "Entre la década de los setenta y los ochenta, entre 20 y 30 aviones eran secuestrados y ahora esto casi nunca ocurre". "Aunque la amenaza yihadista es cada vez mayor, el riesgo de ser matado por un asesino 'normal' es treinta veces mayor en Europa Occidental y es algo por lo que no nos preocupamos cada día, así que no debemos entrar en pánico". Así, el escritor sueco concluye que la policía debe trabajar "seriamente" contra los terroristas y defiende que "no debemos sacrificar nuestras libertades" ni "atacar" a los musulmanes, ya que esto solo daría como resultado que más personas acabasen reclutadas por los terroristas.

El filósofo y escritor, Fernando Savater, apoya a la corriente que ve un mundo más pacífico en declaraciones a Europa Press: "No creo que nuestra época sea especialmente violenta sino todo lo contrario, estamos viendo como el uso de la violencia retrocede en el mundo", y explica el porqué de la creciente sensación de inseguridad: "Precisamente porque ya no es tan habitual como una vez lo fue, la violencia que aún existe nos escandaliza mucho más".

La politóloga guatemalteca Gloria Álvarez, que se hizo popular por su discurso contra los populismos en Latinoamérica en el Parlamento Iberoamericano de la Juventud en 2014, va en la misma línea: "Sabemos que los conflictos entre naciones han disminuido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial" aunque asegura a Europa Press que la percepción de conflictos y de inseguridad se "ha incrementado" dada la inmediatez de la información en la actualidad.

"No es posible afirmar que vivamos hoy en un mundo más violento que en el pasado" afirma a Europa Press la ex Presidenta de Costa Rica Laura Chinchilla, que se convirtió en 2010 en la primera jefa de Estado del país centroamericano. Según la ex mandataria, "debemos reconocer que existe una creciente sensación de inseguridad en la población que no obedece a que haya más violencia sino a la forma que ha adquirido y a la socialización de los hechos violentos".

Chinchilla apunta al crimen organizado y al terrorismo como los dos tipos de violencia que prevalecen en estos tiempos. Éste último "opera de manera sorpresiva y da la impresión de haber hecho metástasis en nuestras sociedades" e indica que "la incertidumbre que genera al no saber cuál será su próximo objetivo eleva la sensación de inseguridad".

La escritora Edurne Portela, que acaba de publicar 'El eco de los disparos', no cree que el mundo sea más violento hoy que en décadas o siglos anteriores. Portela cree que Occidente "tiene miedo", un miedo dice a Europa Press, que "nace del privilegio de haber exportado nuestras violencias a otros lugares del mundo". Según la escritora, después de la Segunda Guerra Mundial, Europa ha vivido "más o menos en paz salvo conflictos locales" ya que la violencia "la hemos ejercido en otros lugares del planeta, y ahora que parte de ese mundo se vuelve contra éste (Europa), surge el miedo, la incertidumbre y la inseguridad".

“EL MUNDO ESTÁ EN GUERRA”

Existe una posición minoritaria que defiende que vivimos en una de las épocas más violentas de la historia. Una de las posturas que más repercusión tuvo fue la del ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas estadounidenses, Martin Dempsey, que aseguró en 2012 que, desde su visión personal basada en sus “38 años como profesional militar”, el mundo era “más peligroso que nunca”.

En esa línea, el ex jefe del Ejército de Tierra de Estados Unidos, Ray Odierno, declaró hace un año que se encontraba en el “escenario global más incierto que había visto en 40 años de servicio” y el actual Director de Inteligencia de ese mismo país, James Clapper, ha asegurado “no recordar” otra época en la que tuviera que enfrentarse a “tantas amenazas como hoy”.

El Papa Francisco habló en 2014 de una “tercera guerra combatida por partes, con crímenes, masacres y destrucciones”, algo que repitió hace un año al decir que el mundo se encontraba “en una atmósfera de tercera guerra mundial”. Este verano, poco después del ataque en una iglesia de Normandía en el que un sacerdote fue degollado, el Papa volvió a declarar que “el mundo está en guerra” pero precisó que “no es una guerra de religiones”.

EL MIEDO Y LOS MEDIOS

Muchos de los que comparten la idea de que el mundo es ahora un lugar más pacífico responsabilizan a los medios de comunicación y a las redes sociales del aumento de la percepción del miedo. Así lo ve Johan Norberg, que ve a los medios como causantes de la “expansión del miedo”, ya que según explica, las “peores” noticias que suceden en el mundo son las que tienen más difusión y se les da más importancia. Norberg argumenta: “escuchamos los peores crímenes pero nunca sobre el hecho de que los datos de homicidio se han reducido a la mitad en dos décadas en Europa Occidental. Escuchamos sobre la guerra en Siria constantemente pero no sobre la paz de Colombia”.

Norberg asegura que las malas noticias “venden” ya que “está en nuestra naturaleza humana prestar más atención a lo que es más impactante, drámatico o alarmante, probablemente porque amenaza a nuestra supervivencia”. El sueco, que también es periodista, admite que es “difícil” luchar contra la difusión de noticias que alarman “porque al fin y al cabo es lo que la audiencia pide” y traslada este mismo caso a las redes sociales: “Solo compartimos las cosas más extrañas y eso nos lleva a pensar que el mundo está constituido por ese tipo de cosas y en raras ocasiones dedicamos tiempo para pensar que existe una imagen más amplia”.

Pinker va en la misma línea: “Las noticias son un medio engañoso de entender el mundo. Siembre tratan sucesos que han ocurrido y no aquellos que no han ocurrido. Así que, cuando no se ha disparado a un policía o cuando no hay manifestaciones violentas, no hay noticias. Mientras que los conflictos no cesen, siempre habrá titulares en los que hacer clic”.

Gloria Álvarez apunta a las redes sociales y a la “inmediatez” de la información como causa del aumento de la percepción del miedo en la sociedad: “Ahora estamos más al tanto de cualquier ataque que ocurra en cualquier parte del mundo”, concluye la politóloga. La inmediatez del consumo de información es también para Laura Chinchilla, motivo de que los hechos violentos los “vivamos a diario” y de que “frente a la brutalidad de algunos, los terminemos sintiendo de manera cercana y hasta personal”. Por este motivo, indica, se “acentúa aún más la percepción de que vivamos en un mundo más violento que en el pasado”.

2016, MENOS PACÍFICO QUE 2015

A pesar de que las cifras reflejan una gran disminución del número de muertos en conflictos en las últimas décadas, los datos de los últimos años no ofrecen buenas cifras. El Instituto de Economía y Paz elabora cada año el ránking del Índice de Paz Global y en su último informe muestra cómo 2016 fue un año menos pacífico que 2015. Esto se debe a que de media, el deterioro de la paz fue mayor que la mejoría a pesar de que 81 países mejoraron sus niveles de paz frente a 79 que lo empeoraron. Islandia, Dinamarca, Austria, Nueva Zelanda y Portugal se encuentran a la cabeza como estados más pacíficos mientras que en el otro extremo están Siria, Sudán del Sur, Irak, Afganistán y Somalia. España se encuentra en el puesto 25 de 163.

Este informe además indica que también se ha notado un deterioro en el nivel de paz desde 2008, exactamente, el mundo es un 2.44% menos pacífico desde ese año y se registraron un 286% más de muertes por terrorismo.

ALTO NÚMERO DE MUERTES POR TERRORISMO

El menor número de conflictos armados no va acompañado de una disminución de la actividad terrorista, que ha aumentado en la última década y que ha ocasionado el año pasado cerca de 30.000 muertes en todo el mundo; aún así, siguen suponiendo una pequeña parte de todas las muertes violentas en el mundo, según indica el Índice de Terrorismo Global. En 2015 hubo más de 29.376 muertes por terrorismo, la segunda mayor cifra de los últimos 16 años y un 10% menos que en 2014, un descenso que, según el informe, puede suponer un "punto de inflexión en la lucha contra el terrorismo".

Más del 73% de las víctimas mortales por terrorismo se concentran solo en cinco países: Irak, Afganistán, Nigeria, Siria y Yemen. Sin embargo, el informe advierte de que “hay signos” que indican que esta forma de violencia es cada vez más común en todo el mundo ya que en comparación con 2014, los países que en los últimos años registraban un mayor número de víctimas mortales por terrorismo han visto disminuir sus cifras mientras que han aumentado en el resto del mundo.

Así lo indican los datos de Global Terrorism Database, que muestran que a pesar de que la cifra total de víctimas mortales por terrorismo es menor, son cada año más los países que sufren ataques más mortíferos. Entre 2014 y 2015, los países que registraron más de 25 muertos aumentaron de 31 a 37, los que tuvieron más de 50 pasaron de ser 23 a 31 y los estados que experimentaron atentados causando más de 100 muertos fueron 33 en 2015, siete más que en 2014. En cuanto a la autoría de los atentados solo cuatros grupos terroristas -Estado Islámico, Boko Haram, los talibán y Al Qaeda- concentraron el 74% de las muertes y el Índice de Terrorismo Global subraya que el hecho de que estos grupos se encuentren ahora "más debilitados" ha propiciado una disminución del número global de muertos por terrorismo.

En el caso del terrorismo en Occidente durante la última década, Europa (sin tener en cuenta los datos de Turquía) ha mantenido el número de muertes por este tipo de violencia por debajo de la veintena salvo en 2011 que se registraron 81 muertes, la mayoría víctimas de los atentados de Noruega; y en 2015 cuando se alcanzó un pico máximo de 175 fallecidos debido a los ataques en París. En cuanto a Norteamérica, desde 2012 ha registrado un aumento de muertos por terrorismo, una tendencia que de momento no va a cambiar dadas las víctimas causadas este mismo año en el atentado de Orlando.

EUROPA, UN LUGAR SEGURO

Los datos muestran un aumento del terrorismo en el mundo y también en Occidente en la última década, sin embargo, Europa experimenta una muy pequeña parte de todos los actos terroristas que tienen lugar en el mundo, en concreto un 2% de los ataques y menos del 1% de las víctimas mortales en 2015, según Global Terrorism Database.

El porcentaje de terrorismo en Europa en cuanto al total mundial ha disminuido de manera drástica en las últimas décadas: en 1973 un 80% de los muertos por este tipo de violencia eran europeos, la cifrá bajó hasta el 9% en 1980 y desde 1989 no ha sobrepasado el 3%.

En 2015, Oriente Medio y el norte de África ha sido el lugar donde se ha producido un mayor porcentaje de ataques terroristas y como consecuencia donde se concentran casi la mitad de todas los muertos por terrorismo en el mundo; tras éstos, África Subsahariana y Asia del Sur son las regiones con más afectadas. Europa Oriental, más afectada por el terrorismo que la región Occidental, registró un 5% de los ataques.

LOS ESPAÑOLES, PREOCUPADOS

Vistos los datos, veamos si estos influyen sobre la percepción del miedo que tienen los ciudadanos. El terrorismo internacional se ha colado entre los principales problemas de los españoles según reflejan los últimos barómetros realizados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Fue en enero de 2015, con el atentado contra el semanario Charlie Hebdó en París, cuando se produjo un cambio de tendencia y el terrorismo internacional comenzó a crecer como preocupación entre la sociedad española, que hasta entonces era prácticamente inexistente. Los datos también muestran otro hecho interesante, y es que desde ese momento y hasta ahora, la inquietud por el terrorismo internacional es notablemente superior al terrorismo de ETA, un miedo ya extinto, según indica el CIS.

A partir de noviembre de 2015, con motivo de la cadena de atentados en París que dejaron 130 muertos, el miedo al terrorismo internacional se dispara y se convierte en una de las principales preocupaciones para el 9% de los españoles, superando con creces a la inseguridad ciudadana. Lo mismo ocurrió tras los atentados de Bruselas en marzo de este año. Desde entonces, los niveles de preocupación por terrorismo internacional e inseguridad ciudadana han estado al mismo nivel y desde este verano la preocupación por el terrorismo ha disminuido situándose por debajo del 1%.

PARA LOS EUROPEOS, UNA PRIORIDAD

Para un 82% de los europeos, la primera prioridad de la UE debería ser la lucha contra el terrorismo, como refleja una encuesta sobre terrorismo y radicalización realizada por el Parlamento Europeo este año y que cuenta con la opinión de casi 30.000 europeos encuestados. Esta cifra asciende al 84% entre los ciudadanos españoles, sin embargo, no creen que tenga que ser la primera prioridad de la Unión, ya que debería ser, según un 91%, el desempleo.

Un 40% de los europeos y un 39% de los españoles ve elevado el riesgo de atentados y por ello, la mayoría de los encuestados (42%) optan por que Europa corte la financiación de grupos terroristas, seguido de los que prefieren combatir las 'raíces' del terrorismo y la radicalización y los que proponen reforzar el control de las fronteras exteriores de la UE.

HOMICIDIOS: UN PROBLEMA EN AMÉRICA

El terrorismo no es el único tipo de violencia, los homicidios también son responsables de un alto número de muertes violentas. Los últimos datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) que recogen el número total de víctimas de homicidios en todo el mundo, muestran un descenso que va de 468.000 muertos en 2010 a 437.000 en 2012.

El mismo organismo, con datos de 2014, sitúa a Centroamérica y Sudamérica como las regiones más afectadas por este tipo de violencia. Entre los países que registran peores crifras se encuentra Honduras, con más de 74 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2014, seguido por El Salvador (64.2), Venezuela (63) y Jamaica (36.1). Honduras, aunque se encuentra en primer lugar, registra un continuo descenso del número de homicidios desde 2011 mientras que Venezuela y sobre todo El Salvador, son los países con subidas más acusadas.

Sudáfrica se cuela entre los países americanos que encabezan esta clasificación con 33 homicidios por cada 100.000 personas. Los países asiáticos se encuentran entre los más seguros en cuanto a este aspecto y países como Japón y China registran solo 0.3 y 0.8 homicidios respectivamente.

Europa es una de las regiones donde menos homicidios se registran y hay una tendencia a la baja en casi todos los países en este siglo. Existe una notable diferencia entre los países bálticos y el resto de la Unión de manera que Lituania, Letonia y Estonia junto a Bielorrusia y Moldavia son los países con más homicidios, entre 3 y 6 por cada 100.000 habitantes.

Por otro lado, las grandes potencias europeas (Reino Unido, Alemania, Francia o Italia) se sitúan en los puestos más bajos con tasas por debajo de los 2 homicidios. España registró en 2014 una tasa de 0,7 homicidios, más de medio punto menos que en el año 2000.

La UNODC ofrece la tendencia de los homicidios por continentes mostrando una evolución muy desigual dependiendo de la región. Así, América es con diferencia el lugar más afectado por este tipo de violencia y desde 2005 el número de de homicidios ha aumentado de manera notable después de haber ido a la baja desde 1993, cuando alcanzó su pico máximo con unos 17 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Europa, Asia y Oceanía registran una tendencia similar, con una evolución mucho más estable en la tasa de homicidios en los últimos sesenta años. Entre 1955 y 1993, Europa registraba en torno a 2 homicidios por cada 100.000, cifra que ha bajado un punto en la actualidad. El descenso de esta tasa en Asia y Oceanía es continuado en el mismo período, y ha pasado de ser superior a la europea a situarse por debajo de ella a día de hoy.

MENOS VIOLENCIA PERO MÁS MIEDO

Las estadísticas lo dejan claro: el número de conflictos bélicos entre países y dentro de ellos es menor, los muertos por guerras han disminuido y ha habido un descenso en el número de homicidios en Europa. Sin embargo, el impacto del terrorismo es mayor en todo el mundo y el número de muertos ha crecido en el viejo continente aunque sigue suponiendo un porcentaje muy pequeño del total de víctimas mortales por terrorismo en el mundo.

Esto ha provocado que la preocupación de los ciudadanos españoles y europeos por la violencia terrorista haya aumentado a pesar de que los datos demuestran que Europa es una región segura. Según los expertos consultados, los medios de comunicación y las redes sociales están detrás del incremento de la inseguridad ya que cada vez acercan más los conflictos al ciudadano de manera más inmediata y todos coinciden en que la realidad es que nos encontramos cada vez en un mundo más pacífico.