LOGROÑO, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
El transporte urbano de Logroño incorpora dos nuevos autobuses que cuentan con el gas natural comprimido (GNC) como combustible, lo que provoda un ahorro casi total de contaminación tanto ambiental como acústica. El alcalde Conrado Escobar y el concejal de Transporte y Ciudad Circular, Ángel Andrés, han presentado este martes en la Plaza del Ayuntamiento estos nuevos vehículos.
Se trata, como ha afirmado Escobar, del combustible menos contaminante que existe en la actualidad, que se incorpora con estos dos nuevos vehículos, que sustituyen a otros con diferentes sistemas de movilidad. "Hoy estamos plantando la semilla para el camino que nos ha de llevar a una movilidad totalmente circular", ha incidido.
En palabras del primer edil, "los nuevos vehículos funcionan con el combustible más respetuoso que existe ahora mismo, con una minmización considerable de las emisiones más perjudiciales para la atmósfera, que se reducen en algunos casos hasta el 95%".
Los dos nuevos autobuses son Mercedes Benz Citaro "con los mejores estándares actuales de seguridad y accesibilidad". La previsión inicial de la empresa es que se incorporen al servicio en las líneas 1 (Hospital San Pedro-Lardero) y 2 (Yagüe-Varea), las dos que registran un mayor porcentaje de viajes.
El alcalde de Logroño ha enmarcado esta nueva mejora en el transporte urbano dentro de los objetivos que se persiguen con el desarrollo de la estrategia 'Logroño Circular' de tender hacia una progresiva autosuficiencia en el uso de los recursos con una reducción de residuos y emisiones.
REDUCCIÓN CASI TOTAL DE EMISIONES.
Como ha apuntado por su parte Ángel Andrés, "si hay que destacar una ventaja fundamental del nuevo combustible que usan estos dos vehículos que hoy presentamos es que reducen de manera significativa las emisiones más peligrosas".
Así, ha resaltado que "prácticamente no emiten óxidos de azufre (Sox), se consigue una reducción de más del 96% en óxidos de nitrógeno (NOx) y de casi el 95% de partículas contaminantes, además de reducir en un 38% las de dióxido de carbono (CO2)".
Además, el concejal de Movilidad se ha referido a otras ventajas del nuevo combustible que influyen en la confortabilidad y la comodidad del viaje ya que "estos vehículos, por sus características, producen también una menor contaminación acústica con casi un 50% de reducción de ruidos por el funcionamiento del motor y las vibraciones.
Por último, el alcalde ha destacado que "nuestro objetivo más a largo plazo sería conseguir que en el futuro la totalidad de la flota de transporte urbano se moviera con el biogás que se puede generar a partir de nuestros residuos, un objetivo totalmente alcanzable según los informes técnicos, ya que hay capacidad para generar más del doble del consumo anual del servicio".
PAGO CON MÓVIL.
A la nueva incorporación de los dos vehículos -que ha supuesto una inversión de unos 800.000 euros-, Escobar ha añadido que este mismo martes "se ha adjudicado el contrato de una de las partes de la administración electrónica que va a suponer que los autobuses urbanos de Logroño se pueda pagar con teléfono móvil o con tarjeta, que parece algo indispensable".
Algo, ha especificado, "que no va a ser inmediato", sino que ha calculado que se podrá implementar "para este mismo año o en los primeros meses del año que viene", pero que, a su juicio, "supone el primer paso administrativo que va a hacer posible la instalación de los soportes electrónicos en toda la flota de autobuses para hacer posible ese pago".
"Así que hoy es una buena noticia porque coincide en esos dos aspectos. Estos dos autobuses, un avance en la sostenibilidad y también un avance en la usabilidad del transporte público", ha apuntado el primer edil logroñés.
Igualmente, a preguntas de los periodistas, Escobar ha apuntado que el Consistorio "tiene en mente, está en el horizonte" la línea circular de transporte urbano, pero "hasta llegar a ese punto hay otros pasos en el itinerario de la movilidad por recorrer", por lo que, señalando que "el Logroño de hoy no es el de hace 20, 30, ni 40 años", ha apostado porque "necesitamos antes revisar y mejorar determinadas frecuencias".
