LOGROÑO, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Edificio Vives acoge, en su vestíbulo de entrada la exposición 'De La Rioja, al cielo', una muestra de diez fotografías tomadas en diferentes puntos de la región que trata de descubrir parte del paisaje astronómico.
El objetivo de la exposición -que podrá visitarse hasta el 26 de noviembre en horario de 9 a 21 horas- es ofrecer parte del paisaje astronómico, bien sea mostrando la belleza de nebulosas y galaxias, el relieve lunar o la siempre cambiante superficie solar.
Las nebulosas muestran las dos caras de la moneda de la vida de las estrellas, su nacimiento y su muerte. Al nacer nos encontramos con extensas nebulosas brillantes ricas en hidrógeno ionizado donde se gestan las nuevas estrellas, como la gran nebulosa de Orión, la Trífida o la del Águila.
A su muerte, las nebulosas son débiles y son la consecuencia de la pérdida de las capas exteriores de forma más o menos violenta. La nebulosa Dumbbell y la del Velo son los exponentes de dos finales diferentes para una estrella.
Las galaxias son aglomeraciones de miles de millones de estrellas. Las más cercanas, como la del triángulo a casi 3 millones de años luz, resultan de una belleza extraordinaria.
Nos revelan cómo es la estructura de nuestra propia galaxia, visible en la noche como una banda difusa. En las noches de verano, la rica región de Sagitario, destaca por encima del horizonte, como se recoge en una de las imágenes expuestas.
El Sol y la Luna son objetos cotidianos del cielo, pero no por eso dejan de ser sorprendentes. El relieve lunar resulta impactante, con sus cráteres, mares y cordilleras.
Por su parte, el Sol nos muestra una superficie en continuo cambio en la que aparecen manchas que delatan su mayor o menor actividad. Aquí se muestra una foto con la mancha más grande del último ciclo, mientras la estación espacial internacional atraviesa el disco solar.
