MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid registra cada año alrededor de 250 nuevos casos de enfermedad celiaca. Además, el índice de prevalencia entre familiares de primer grado es de un 10 por ciento.
Según el 'Estudio Epidemiológico para determinar la prevalencia de la Enfermedad Celiaca en la población escolar de la Comunidad de Madrid', uno de cada 79 sujetos de edades comprendidas entre 6 y 18 años padece enfermedad celiaca y 1 de cada 116 padece enfermedad celiaca y no lo sabe.
Por eso, el Hospital Niño Jesús acoge el curso 'Diagnóstico Precoz y Seguimiento de la Enfermedad Celíaca', incluido dentro de la oferta formativa de la Agencia Laín Entralgo y realizado en colaboración con la Asociación de Celíacos de Madrid.
El objetivo del curso es mejorar el conocimiento de la enfermedad celíaca tanto del niño como del adulto y conseguir realizar un diagnóstico precoz y un tratamiento óptimo.
Según la doctora García Novo, jefe de Servicio de Gastroenterología del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, "es fundamental formar a médicos de atención primaria, pediatras y a otros médicos especialistas.
"Un mayor y mejor conocimiento -prosigue la experta- es imprescindible para diagnosticar e iniciar el tratamiento y la dieta sin gluten, y para evitar las posibles complicaciones que se pueden aparecer sin un enfermo celíaco no sigue una dieta sin gluten".
SÍNTOMAS
Se estima que la prevalencia de la enfermedad celíaca en la población general es del 1 por ciento, pero lo cierto es que, según los especialistas, está infra diagnosticada, sobre todo en adultos.
Durante la infancia los síntomas más frecuentes son la diarrea, la mala absorción de alimentos, el dolor abdominal, los vómitos, el estreñimiento pertinaz, la irritabilidad y la tristeza.
En la adolescencia es con frecuencia asintomático, aunque puede producir dolor abdominal, hábito intestinal irregular, menarquia retrasada, dolores óseos y cefaleas, entre otros.
Ya en la etapa adulta, la enfermedad celiaca produce dispepsia, diarrea crónica, estreñimiento, síndrome de intestino irritable, dolores óseos, cansancio, infertilidad y/o abortos y depresión, entre otros.
