MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
Los Teatros del Canal acogen desde este viernes hasta el domingo el espectáculo 'Dunas', una coreografía en la que los bailarines María Pagés y Sidi Larbi Cherkaoui fusionan el flamenco y la danza contemporánea.
Pagés, Premio Nacional de Danza 2002, y el bailarín belga han creado una escenografía con la que pretenden transportar al espectador a la magia exótica del desierto, una idea que surgió de la necesidad por "conocer mundos diferentes y querer compartirlos", según ha explicado la coreógrafa durante la presentación de la pieza.
Ambos llegaron a la idea de la arena, como símbolo de aquello que cambia constantemente y que desaparece, como los dibujos que luego se borran con las olas del mar, así como el concepto de eternidad, ya que "un grano de arena es lo más pequeño" que existe en un horizonte de dunas, según explica Larbi.
Por ello, ambos viajaron a Marruecos, de donde procede su padre, y comenzaron a tramar una pieza que nació de su compenetración como bailarines. Según cuenta Larbi, ya se conocían y admiraban su trabajo, pero fue entonces cuando realmente descubrieron que podían compartir el ritmo y la fluidez de movimientos.
Para Larbi, es difícil describir esta coreografía e indica que uno de los mayores problemas ante los que se enfrenta un bailarín es que cuanto más desarrolla un estilo en la danza más etiquetas recibe, algo que le "limita" a hacer piezas más fluidas. En este sentido, señala que "un bailarín debe recibir continuamente influencias" y añade que ir al desierto les proporcionó esa libertad.
No obstante, la libertad total también es "peligrosa" porque hace dudar acerca de qué dirección tomar. Sin embargo, juntos han encontrado adónde ir, una búsqueda que queda reflejada en las "luces y las sombras" del espectáculo, con las que escenifican esos encuentros y desencuentros, según explica el bailarín.
EVOCAR LAS RAÍCES
Una de las vías que han encontrado ambos bailarines para evocar sus propias raíces y esa vinculación entre Flandes, España y Marruecos ha sido la música original, a cargo de Szymon Brzoska y Rubén Levaniegos, que está matizada con ecos flamencos, clásicos y árabes.
Preguntada acerca del recorrido de esta pieza, que fue presentada en Singapur en 2009 y que ha sido representada en varios puntos de Europa y en ciudades internacionales como Sidney, Pagés señala que desde el principio tuvieron la estructura muy clara y definida en la cabeza por lo que no ha necesitado ningún cambio.
Sin embargo, afirma que "siempre hay detalles o modos de hacer" que no siempre resultan ser los mismos y que además mejoran el resultado, algo "maravilloso" para el montaje, según sus palabras. "La obra se asienta, la retomas y vuelve a revivir, tiene una dosis justa para que vuelva a nacer y a seguir adaptándose, ha dicho.
