Mayer sobre la placa a los ocho carmelitas: "Cuando se comete un error, hay que admitirlo"

MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

La delegada de Cultura y Deportes, Celia Mayer, ha escrito un artículo en Diario del Ayuntamiento de Madrid reconoce el error cometido al retirarse la lápida que conmemora el fusilamiento de ocho beatos Carmelitas en el cementerio Parroquial de Carabanchel Bajo y pide "disculpas" a todos los que haya podido ofender esa equivocación.

"Cuando se comete un error, hay que admitirlo y pedir disculpas", ha expuesto la delegada en este artículo, 'Obrar con razón, admitir el error' en referencia a la retirada de este elemento acometida el 29 de enero, que será repuesto a la mayor brevedad posible como ha indicado el propio Consistorio en un comunicado.

Mayer recalca que el Consistorio ha comenzado a retirar algunos vestigios relacionados con el franquismo, en "estricto cumplimiento" de la Ley de Memoria Histórica, pero indica que "lamentablemente hubo un error al retirar una placa en recuerdo de ocho carmelitas fusilados el 18 de agosto de 1936 en Madrid".

"Aquellos fusilamientos fueron precisamente delitos de odio, de los que están contemplados en la propia Ley de Memoria Histórica cuando señala que se cursa "a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura", ha insistido Mayer.

La delegada asegura que la cultura que el equipo de Gobierno municipal quiere para Madrid "tiene que estar basada en el bien común, el servicio a la ciudadanía, la apuesta por la innovación, el encuentro de diversidades, el fomento de las habilidades y el conocimiento compartido".

"Obrar con razón es obrar con sustancia, admitir un error es poner en valor la escucha, pedir disculpas es poner la convivencia en primer plano. La placa será restituida, y pedimos disculpas a quien hayamos podido ofender. Todo esto forma parte de los valores por los que yo apuesto, porque creo que solo desde ahí podemos construir una ciudad más justa y tolerante, y en ese sentido la cultura siempre será un apoyo fiel de la democracia", ha recalcado.

Precisamente Mayer ha asegurado que antes de las elecciones la candidatura de Ahora Madrid exponía como lema que "gobernar es escuchar", recalcando que el ejercicio de la escucha era "desgraciadamente" poco habitual en política.

"La importancia de la frase que repetía la alcaldesa Manuela Carmena está en la práctica: escuchando se puede convencer y seducir, y también es el camino para admitir errores. Desde posiciones de trinchera se construye una política bélica que no favorece a nadie. Creo que sinceramente muchos ciudadanos se cansaron de esa forma de hacer y entender la política", insiste en su artículo Mayer.

COMPROMISO CON LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA Y LA CULTURA POR LA PAZ

La delegada de Cultura y Deportes indica que España arrastra una "pesada losa" en su pasado histórico y que la Guerra Civil y la posterior dictadura franquista y que está convencida de que "ningún partido político presente en el Ayuntamiento de Madrid admite hoy en día que aquel tiempo de negación democrática fuera bueno para Madrid y España.

"Al contrario, como ocurre en cualquier dictadura, lo que se impuso fue la fuerza de las armas, el silencio como marco de convivencia, el miedo como atmósfera. Fue, precisamente, la mayor de las negaciones de la escucha", agrega luego.

Por tanto, indica que la Ley de la Memoria Histórica se aprobó con el objetivo de "fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles en torno a los principios, valores y libertades constitucionales".

Por ello, el actual Gobierno de la ciudad de Madrid "está comprometido con esos valores, con la reivindicación de que nunca más vuelva a pasar algo semejante" en España. "Creemos que no se puede dejar que un asunto tan triste siga marcando a generaciones, y que es de rigor aplicar una Ley que quiere cerrar definitivamente heridas que traen a la memoria momentos y situaciones de enorme sufrimiento", concluye Mayer para enfatizar el compromiso con "la cultura de la paz que pone en valor la democracia como el mejor marco de convivencia".