Actualizado 23/12/2008 12:06

Innova.- La UPCT identifica genes capaces de modificar el tamaño, el color y la vida útil del melón 'piel de sapo'

Una investigación logra identificar casi 250 poligenes relacionados con la mejora de esta variedad de cucurbitáceo

MURCIA, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

El grupo de Refrigeración y Postrecolección de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ha conseguido identificar material genético del melón 'piel de sapo', lo que sentó las bases de futuros desarrollos para, entre otras cosas, aumentar o disminuir el tamaño de esta variedad de cucurbitáceo, la más demandada en España, así como conseguir ejemplares con alto contenido en fructosa, beneficioso para diabéticos, modificar su color y alargar su vida útil.

Además, la UPCT logró dotar de aroma a esta variedad, que se creía sin olor. El investigador de este grupo de la UPCT, Javier Mauricio, ha obtenido una calificación 'sobresaliente cum laude' por la defensa de la tesis que permitió este hallazgo y logró identificar el total de 246 poligenes directamente relacionados con la mejora de la calidad de esta modalidad de melón.

Para este proyecto, la UPCT recibió la colaboración del Institut de Recerca i Tecnología Agroalimentàries (IRTA) de Barcelona para el cultivo de las plantas. Como resultado "se han examinado cerca de 246 poligenes que están relacionados con la mejora de la calidad de este fruto". En concreto, obtuvieron 129 genes relacionados con el aumento de las características y unos 117 que las reducen, aunque "puede haber más", reconoció Mauricio a Europa Press.

Y es que estos poligenes "pueden ser considerados en futuros programas de mejora del piel de sapo, para obtener frutos de mejor calidad", explicó el responsable del proyecto, quien indicó que la tesis es una propuesta y que el desarrollo posterior de desarrollos "dependerá del objetivo de quien mejore la calidad".

"Si quiere un melón más grande o más pequeño, podrá actuar en los poligenes que hemos identificado relacionados con el tamaño del fruto", citó por ejemplo. Otro caso "puede ser que el mejorador quiera hacer un fruto con otro color, que suele relacionarse con una característica más atractiva para el consumidor, supuesto en el que deberán actuar sobre el poligen identificado al efecto".

Para mejorar estas características "no se interviene mediante manipulación genética, sino mediante mejora genética, es decir, con retrocruzamientos", indicó Mauricio, quien descartó "incorporar características de otro material diferente del melón, como se hace en transgénicos, sino que se hacen retrocruzamientos, una práctica agrícola tradicional, con diferentes materiales del melón".

Mauricio, quien fue dirigido en su tesis por el investigador de la UPCT, Juan Pablo Fernández, indicó que la intención del estudio fue "advertir a los mejoradores la posibilidad de ir al genoma en el que está alojado el gen que interviene en una determinada característica, como el tamaño". Entonces, por medio de la mejora con marcadores moleculares y retrocruzamiento, "puedes modificar sus características si existe en otro melón un gen que interviene en él".

Igualmente, Mauricio indicó que "se puede trabajar o intervenir en el desarrollo de frutos más olorosos, y conseguir un 'piel de sapo' con un buen aroma. Esta característica "está relacionada con una buena calidad, lo que se puede ver en melones de tipo 'galia' o el tipo 'cantalupo', los pequeños con la pulpa de color naranja". Para las pruebas analíticas para detectar el aroma, la UPCT colaboró con la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica.

Sin embargo, Mauricio destacó que el 'piel de sapo' se caracteriza "por no tener olor", aunque esta investigación detectó que, en el cromosoma número tres, existe un poligen relacionado con el desarrollo del aroma", y dijo que "podemos seguir trabajando para desarrollar 'piel de sapo' con aroma característico de otros frutos, lo que sería fantástico".

En el cromosoma tres "hay un gen vinculado con el desarrollo del aroma, pero no se llega a desarrollar en el 'piel de sapo' porque queda escondido con otros genes que impiden su desarrollo", según el investigador, quien afirmó que "el aroma está todavía en estudio, estamos investigando para dar con un fruto con un olor y un color característico".

Asimismo, los investigadores identificaron otros poligenes "relacionados con el aumento de la vida útil, para que no se llegue a caducar, a estropear el fruto en un corto espacio de tiempo", de forma que "se pueden influir en los desórdenes fisiológicos de maduración, para poder prolongar su vida, lo cual sería genial, para mejorar su distribución y que llegue en mejores condiciones al consumidor".

En definitiva, la UPCT pretendió identificar los poligenes responsables de los atributos de calidad mediante la evaluación de frutos de una colección de líneas y sublíneas casi isogénicas del melón, producto del cruce entre el cultivado español 'piel de sapo' y la exótica koreana 'Songwhan charmi'.

Y es que los cultivos exóticos, como el coreano, "mantienen la variabilidad que se ha ido perdiendo en los frutos a lo largo del tiempo debido a las mejoras que se han hecho". Por ello, la experimentación consistió en "cruzarlo y ver cómo estaba la variabilidad, lo que nos permitió desarrollar con más exactitud la investigación".

El cruce con esta variedad exótica "hizo que aumentara el contenido de fructosa, y en vez de acumular sacarosa o glucosa, se acumuló fructosa, lo que se podrá aplicar a futuros desarrollos de frutos destinados a personas con problemas de sobrepeso, o con incapacidad para regular las glucosas, frutos para diabéticos".

Para la investigación, la UPCT utilizó esta variedad exótica coreana y una colección de líneas casi isogénicas "que son parecidas pero se diferencian entre sí en una zona del mapa genético lo que ha facilitado la identificación de los 246 poligenes". Antes, "cuando no se hacían esta identificación de pliegues, se llegaban a identificar cinco o seis caracteres relacionados con la calidad del fruto".

Al utilizar las líneas casi isogénicas del melón, este número "aumenta y la posibilidad de encontrar poligenes es mayor". Por eso la UPCT desarrolló esta colección de líneas en colaboración con el IRTA de Barcelona, donde estudiaron al estudio de la calidad.

La comunidad universitaria "ayudó a la hora de evaluar estos melones para ver si cumplían con sus gustos, y determinar esas diferencias con respecto al parental 'piel de sapo'. Detectamos estas diferencias en virtud de análisis y experimentos en la UPCT", confirmó Mauricio.

Este trabajo comenzó en el año 2004, y sus resultados "son de dominio público, de forma que la comunidad científica internacional ya tiene conocimiento de ellos y son los encargados de ponerlos en práctica, no es una tesis confidencial".

Por último, este investigador confirmó que se trata de la primera tesis "que se lee en la UPCT bajo una nueva normativa que es la de compendio y artículos científicos publicados, consta de nueve artículos científicos publicados en diferentes revistas de impacto".