El acusado de matar a su mujer embarazada y una sobrina de 4 años justifica su acción en su miedo a morir

CIUDAD REAL, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

Ramón Luis Sánchez Gómez, de 45 años, el hombre que hoy empezó a ser juzgado por un jurado popular en Ciudad Real por matar a su mujer, Ana Isabel, de 39 años, embarazada de más de seis meses, y a una sobrina, María, de 4 años, el 30 de julio de 2006 en Argamasilla de Alba, reconoció ser un hipocondríaco y se escudó en su miedo a morir para intentar explicar lo que hizo.

En su declaración en la vista oral en la Audiencia Provincial, el hombre reconoció el doble crimen que cometió, aunque dijo que no se acordaba de los fuertes golpes que asestó a las dos mujeres, que acabaron con sus vidas, y que sólo tiene en la mente de estos momentos que se abalanzó sobre ellas.

Fueron, según explicó, actos impulsivos y no premeditados, no llegando a entender cómo se pudo ensañar tanto con las víctimas, ya que, dijo, por su condición de profesor de kárate, las podía haber matado de un solo golpe.

El que llegara ese momento sólo lo pudo interpretar por ser una persona hipocondríaca, que había recibido un diagnóstico de una hepatitis, que él interpretó que podía ser algo más grave, lo que le llevó a visitar varias veces a su médico e ir a urgencias, e, incluso, a hacer testamento en la vecina localidad de Tomelloso.

Reconoció que ese diagnóstico médico le provocó una fuerte depresión, que tenía trastornos en la visión y el habla, lo que llevó a pensar en posible tumor cerebral, que su vida se empezó a complicar y empezó a "perder los papeles".

Explicó que su hija, que estaba en la casa el día del doble crimen, se salvó de milagro y negó que las cosas con su familia y con su mujer fueran mal, señalando, al contrario, que había decidido tener un segundo hijo.

En la actualidad, según explicó el hombre, que lleva en prisión desde que ocurrieron los hechos, indicó que se está medicando por indicación de su psiquiatra.

El fiscal pide para Ramón Luis Sánchez un total de 47 años y cinco meses, por dos delitos de asesinato, 22 años y 5 meses por el de la niña y 25 años por el de su mujer, además de acusarle de un delito de aborto.

Por su lado, la defensa solicita la libre absolución por entender que el hombre padece un problema psiquiátrico obsesivo compulsivo, que le provocó un trastorno mental transitorio el día de los hechos.

En este juicio, por otro lado, también están personadas la Junta de Comunidades, la Abogacía del Estado y las familias de las víctimas.