Afirma que su "travesía del desierto" en la oposición le ha enseñado humildad
BARCELONA, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de CiU y candidato a presidir la Generalitat, Artur Mas, ha celebrado que el presidente, José Montilla, haya anunciado la fecha de las elecciones para el 28 de noviembre, y ha considerado que serán la oportunidad de llevar a Cataluña el cambio no sólo de gobierno, sino también de "estilo, proyecto y liderazgos".
En rueda de prensa y acompañado por la dirección de CiU, Mas ha insistido en que lo importante no es la fecha, sino las propuestas de los partidos. Por ello, y después de que Montilla apelara al "juego limpio" en la campaña, ha reiterado que realizará una campaña positiva y de propuestas, y ha confiado en que la petición del presidente se cumpla, tras cuestionar que se haya respetado en los últimos meses.
FRENAR AL TRIPARTITO Y AL PP
Entre los objetivos de la federación está evitar la reedición del tripartito, frenar un posible avance electoral del PP en Cataluña para que quede en una posición "secundaria", y que los comicios se conviertan en una oportunidad para generar un voto de compromiso e ilusión para un proyecto de futuro, "y no un voto de resignación".
Debe ser una campaña de afirmación de propuestas, no de intentar destruir al adversario, ha dicho Mas, quien ha añadido sobre las palabras de Montilla: "Hoy prefiero creerme las buenas intenciones. Ojalá los deseos que se expresan hoy se convierten en realidad permanente los próximos meses. Si tengo que mirar atrás es evidente que no ha habido juego limpio".
El juego limpio, según él, no quita que CiU exponga sus propuestas sobre el futuro de Cataluña y para combatir la crisis. Estas y otras propuestas son las que deberán analizar los catalanes tras desvelarse la fecha, lo que, a su juicio, despeja las especulaciones y la pérdida de tiempo sobre un debate "secundario y marginal". Ha restado importancia también a que puedan coincidir el partido FC Barcelona-Real Madrid en el Camp Nou.
El resultado es lo que importa, según Mas, quien ha subrayado la trascendencia de las elecciones para el presente y futuro de Cataluña, que, en su opinión, vive una situación complicada que CiU es capaz de afrontar. Ha insistido en el que el cambio "es posible, está cerca, pero no está hecho". Para materializarlo, ha llamado a los catalanes a hacer su propia contribución.
Mas quiere una campaña en tono "positivo y constructivo en un momento crucial de la historia de Cataluña", lo que no quita que pueda ser intensa.
"Espero que el proceder de CiU sea también la tónica del resto de partidos. No lo ha sido en los últimos tiempos", ha avisado Mas, aunque ha agradecido a Montilla que le haya llamado para informarle de la fecha antes de anunciarla. Este gesto, según él, expresa las buenas formas que deben presidir las relaciones entre partidos.
SIETE AÑOS DESPUÉS
Además de Montilla, Mas se juega su futuro tras siete años en la oposición, algo que no es "simpático ni agradable", sino una travesía en el desierto, ha dicho.
Pese a todo, ha indicado que estos años le han servido de "escuela de aprendizaje permanente, de humildad y modestia" para escuchar, acercarse a los catalanes y conocer mejor Cataluña.
"Nadie está en posesión de la verdad absoluta; CiU, tampoco. Cuando se tienen más dificultades de las que preveías y tienes que afrontarlas y ganarlas, te da seguridad en ti mismo, algo que te sirve para encarar dificultades de presente y de futuro", ha zanjado.
Entre los dirigentes que acudieron a la rueda de prensa estaban Oriol Pujol (CDC), Lluís Coromines (CDC), Jordi Turull (CDC), Meritxell Borràs (CDC), Irene Rigau (CDC), Joana Ortega (UDC), Josep Maria Pelegrí (UDC) y Ramon Espadaler (UDC).
