BILBAO, 14 May. (OTR/PRESS) -
Las calles de Euskadi vivieron en la noche de ayer un nuevo capitulo de kale borroka, que sigue con tendencia ascendente desde que se iniciara la campaña electoral en un intento más de los violentos por marcar la agenda política en estos días decisivos. En esta ocasión su objetivo fue la sede del PSE en la localidad vizcaína de Iurreta, contra la que lanzaron varios cócteles molotov.
Los hechos tuvieron lugar sobre las once y diez de la noche cuando un grupo de radicales se acercó hasta la sede socialista ubicada en el número 24 de la calle Zubiaurre y lanzaron contra ella artefactos incendiarios que provocaron el ennegrecimiento de la fachada. El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, condenó el ataque y recordó a "los cachorros de ETA" que actos como este "no valen para jugar en política". Pastor denunció que esta acción constituye un ataque "contra la libertad de expresión y contra la democracia" y acusó a sus autores de exigir a los partidos democráticos compromisos "que ellos no están dispuestos a asumir".
En este sentido, también hizo extensiva su condena a los ataques que durante el pasado fin de semana sufrieron las sedes de otros partidos, las agresiones a concejales y los "incidentes" protagonizados por simpatizantes abertzales en los actos electorales del resto de las formaciones. Un panorama ante el que el dirigente del PSE hizo un llamamiento para centrarse "en lo que verdaderamente interesa a los ciudadanos, que son los problemas reales de la gente y las soluciones que desde la política podemos dar".
