MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritaria en el Cuerpo, exigió hoy al PSOE que cumpla "sin más dilación" su compromiso electoral de no aplicar el Código Penal Militar a la Benemérita y le responsabilizó del ingreso en prisión este fin de semana del agente Francisco Oviedo Zabala.
Tras manifestar su "indignación" por la aplicación del Código Penal Militar a funcionarios que realizan misiones policiales, lo que calificó de "aberración", la AUGC consideró que el ingreso el sábado de Oviedo Zabala en la prisión militar de Alcalá Meco (Madrid) para cumplir una condena de seis meses por un delito de "desobediencia en acto de servicio de armas" es un "grave fracaso del PSOE y del Gobierno".
En un comunicado, la AUGC recuerda que la labor cotidiana de la Guardia Civil no tiene "nada que ver" con las misiones que tienen encomendadas las Fuerzas Armadas. Esta "disfunción" entre la naturaleza militar de la Benemérita y los servicios que presta habitualmente (de ámbito estrictamente policial civil), son la "causa principal", según la AUGC, "del elevado número de bajas psicológicas, problemas internos entre funcionarios y conductas suicidas". La tasa de suicidios en la Guardia Civil es cinco veces superior a la tasa registrada entre la sociedad, señala la asociación.
En la misma nota, la asociación insta a "las corrientes socialistas que nunca han dudado en apoyar la tesis de que ningún guardia civil ingrese en prisión militar por meras faltas administrativas" a que trabajen para poner fin a este "sin sentido que degrada el trabajo policial" de la Guardia Civil. Según la AUGC, 234 guardias civiles han ingresado en un penal militar entre 1990 a 2004.
El último caso salió a la luz este fin de semana, con el ingresó en prisión de Oviedo Zabala, condenado a seis meses de privación de libertad por la sala de lo Penal del Tribunal Militar Territorial Cuarto por un delito de "desobediencia en acto de servicio de armas", penado en el artículo 102 del Código Penal castrense.
Oviedo Zabala faltó dos días al trabajo en 2001 aquejado de una gastroenteritis tras informar por teléfono a las autoridades pertinentes de que no acudiría a su puesto, pero no presentó la correspondiente baja laboral por enfermedad.
