El Congreso no prevé reeditar los grupos de amistad con parlamentos extranjeros por la crisis económica

Fachada del Congreso con bandera
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 23 enero 2012 20:58

MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Congreso no prevé reeditar para la X Legislatura los denominados grupos de amistad con otros parlamentos que venían funcionando en las últimas décadas y que, al comienzo de la crisis económica, ya vieron reducido tanto su número como su actividad durante el mandato de José Bono al frente de la Cámara Baja.

Según han informado a Europa Press fuentes parlamentarias, 'populares' y socialistas son partidarios de no volver a crear estos grupos de amistad para el desarrollo de la conocida como 'diplomacia parlamentaria'. El motivo principal es ahorrar en estos tiempos de crisis, si bien desde ambos partidos recuerdan que en la anterior legislatura estos grupos apenas realizaron visitas al exterior.

Lo que sí seguirán funcionando serán las delegaciones de las Cortes en organismos internacionales de los que forman parte distintos parlamentos. Así, en la reunión conjunta que las Mesas del Congreso y el Senado celebrarán el próximo miércoles está previsto dar vía libre a la reedición de las delegaciones españolas del Consejo de Europa, la OTAN y la Unión Interparlamentaria.

Además, las comisiones parlamentarias podrán mantener sus actividades internacionales y organizar encuentros con órganos homólogos de otros parlamentos para tratar temas concretos si lo consideran oportuno, siempre bajo autorización expresa de la Mesa del Congreso.

LOS RECORTES EMPEZARON EN 2008

Los recortes en la diplomacia parlamentaria comenzaron ya en la pasada legislatura, cuando el número de grupos de amistad se redujo de los 18 que habían funcionado durante los cuatro años anteriores a tan sólo ocho: Perú, Ecuador, Marruecos, Argelia, Túnez, Turquía, China y con Rusia. Este reajuste también afectó los grupos de las Cortes Generales, en los que participan tanto diputados como senadores, y que se quedaron en cinco.

La crisis económica y la necesidad de optimizar recursos fue lo que animó a Bono a impulsar estos reajustes, que también tuvieron consecuencias en otros ámbitos parlamentarios internacionales como la supresión de la delegación española en la Asamblea Parlamentaria de la Unión Europea Occidental (UEO).