Conmemoran la muerte del joven Álvaro Ussía

Actualizado: lunes, 16 noviembre 2009 10:31


MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un misa recordará este lunes al joven madrileño Álvaro Ussía, un año después de morir tras recibir una paliza presuntamente a manos de los porteros de la discoteca Balcón de Rosales, un crimen que cambió en parte el ocio nocturno madrileño.

El oficio religioso tendrá lugar a petición de la familia a las 21 horas en la parroquia de Santa María de Caná de Pozuelo de Alarcón, al que acudirán los amigos y familiares de Ussía. Precisamente en la misma iglesia se celebró el funeral que reunió a más de mil amigos y allegados de Álvaro.

Ussía, de 18 años de edad, perdió la vida la madrugada del domingo 15 de noviembre de 2008. Ese día acudió junto a varios amigos a la discoteca El Balcón de Rosales, situada en la calle Pintor de Rosales de Madrid, junto al Teleférico. En el interior del local y, por circunstancias que aún no se han esclarecido, fue requerido por los porteros, quienes le sacaron de las instalaciones y supuestamente le golpearon.

Tras un aviso al 112, los facultativos del Samur se encontraron con un joven de 18 años tendido en una zona verde próxima a la discoteca y con un bajo nivel de conciencia. Posteriormente, el herido se quedó inconsciente, por lo que tuvieron que practicarle maniobras de reanimación, que en un principio surtieron efecto. Sin embargo, el joven recayó, motivo por el que fue trasladado en ambulancia al Hospital Clínico de Madrid, donde finalmente falleció por una parada cardiorrespiratoria tras sufrir varias arritmias. Los testigos aseguraron que el joven recibió varias patadas y golpes por todo el cuerpo.

El Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional detuvo por estos hechos a David S.G., David A.D. y Antonio S.S., todos ellos españoles y con edades comprendidas entre los 25 y los 30 años, a las puertas de la discoteca donde los tres detenidos trabajan como porteros.

Al día siguiente el cadáver del joven recibió sepultura en el cementerio de San Justo Pastor de Madrid, después de que el cuerpo saliera del Instituto Anatómico Forense, donde fue trasladado para que se le practicara la autopsia, que posteriormente confirma que murió por "un aplastamiento" a consecuencia de "un peso encima del corazón", lo que le produjo "la rotura del pico inferior del ventrículo por la parte posterior", informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Por su parte, los campañeros del colegio Monte Tabor donde estudiaba Ussía realizaron dos oficios religiosos en el centro para honrar su memoria. Un semana después del suceso, más de 2.500 personas asistieron a un concentración convocada por amigos y familiares del joven Álvaro Ussía para rendirle un emotivo homenaje frente al Balcón de Rosales, levantando un altar con velas y flores. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, acudió a consolar a los amigos.

LA SITUACIÓN DEL BALCÓN Y DE LOS PORTEROS EN MADRID

Tras el fallecimiento de Ussía, diversos sindicatos, la asociación de porteros profesionales, el Movimiento contra la Intolerancia y el Defensor del Menor de Comunidad de Madrid, entre otras instituciones, solicitaron a las administraciones que regulasen la profesión de portero de discoteca. El Gobierno regional no tardó en reaccionar y anunció la regulación de los sistemas de seguridad y control de acceso en los locales de ocio.

Por su parte, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón prometió aumentar la seguridad y ordenó además un informe a los servicios municipales sobre todas las infracciones y tramitación de denuncias presentadas en las diferentes áreas de Gobierno y en la Junta Municipal de Moncloa-Aravaca contra el Balcón de Rosales. Oposición y sindicatos habían denunciado previamente que el Balcón de Rosales acumulaba más de 50 denuncias de todo tipo, incluso una orden de clausura no ejecutada.

En las semanas posteriores, el Ayuntamiento de Madrid confirmó el cierre de las salas de fiestas La Riviera, But, MOMA, Ananda y Macumba por diversos problemas con sus licencias, aunque ésta última abrió poco después después de un procedimiento judicial. También ordenó la clausura y precinto de otros tres locales de ocio de la noche madrileña, El Randal, Lokua y Top Hat, entre otras, por los mismos motivos, así como el local Drimagos, en el distrito de Latina, por superar los niveles máximos de ruido permitidos por la ordenanza municipal. La mayoría de estos establecimientos volvieron abrir meses después tras poner en orden sus licencias y los requerimientos o mejoras planteadas por el Ayuntamiento.

No obstante, la patronal de discotecas y ocio nocturno, así como diversos colectivos ciudadanos y culturales mostraron su "consternación" y "asombro" por la decisión del Ayuntamiento de la capital de cerrar conocidos locales; y acusaron al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, de organizar una "auténtica caza de brujas" contra los propietarios de este tipo de establecimiento tras la muerte de Álvaro Ussía.