MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presunto etarra Anartz Oyarzábal, acusado de formar un 'comando' junto a su compañera Olaia Castresana cuando ésta murió al estallar el artefacto que manipulaba en una vivienda de Torrevieja (Alicante) en julio de 2001, se acogió hoy a su derecho a no declarar durante la primera jornada del juicio al que se enfrenta en la Audiencia Nacional.
Oyarzábal, que fue detenido en Francia en 2002, se negó a contestar las preguntas formuladas por el fiscal Juan Moral, que solicita a la Sección Primera de la Sala de lo Penal que le condene a 19 años de cárcel por los delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia ilícita de armas con finalidad terrorista y tenencia de explosivos con finalidad terrorista.
El representante del Ministerio Público también pide que el acusado indemnice con 25.402 euros a cinco personas que sufrieron heridas de diversa consideración como resultado de la explosión y con 317.342 euros a los 15 vecinos que sufrieron "ingentes daños" materiales.
En la primera jornada de la vista oral, que quedará vista para sentencia mañana, miércoles, compareció una decena de miembros de la Guardia Civil que explicaron al tribunal que varios testigos identificaron a Oyarzábal como la persona que acompañaba a Castresana en la vivienda y abandonó el lugar en un Ford Mondeo después de producirse la explosión.
IBAN A ATENTAR EN LA ZONA DE LEVANTE
Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal, Oyarzábal y Castresana estaban vinculados con la organización terrorista ETA "para llevar a cabo atentados en la zona de Levante". Ambos compartían la vivienda en la que se produjo la detonación del artefacto explosivo que manipulaba la mujer, "previsiblemente procedente del robo cometido en la localidad francesa de Grenoble por la banda terrorista", y donde aparecieron el DNI y el permiso de conducir de Oyarzabal.
Tras la explosión, que causó también heridas a cinco vecinos, Oyarzabal huyó de Torrevieja a bordo de su vehículo, que fue encontrado días después en la localidad navarra de Aoiz. El presunto etarra fue detenido en la localidad francesa de Niort el 2 de mayo de 2002 y posteriormente entregado a las autoridades españolas.
Tras establecer la presencia de Oyarzábal en la vivienda, se registró su domicilio familiar en San Sebastián, donde, entre otros efectos, se intervinieron dos pistolas, 14 kilos de explosivo Titatyn-30, distribuidos en cinco cartuchos de plástico, cinco metros de cordón detonante, 16 detonadores eléctricos, cuatro relojes electrónicos "manipulados de la forma que lo hace habitualmente ETA" para integrarlos en un artefacto explosivo y tres receptores 'embido txiki'.
