CÁDIZ, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha señalado que "no hay ninguna queja" en relación a las declaraciones realizadas el pasado jueves por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, respecto a que el candidato socialista en las elecciones presidenciales del próximo 22 de abril, François Hollande, conduciría al país a una situación económica "digna de España y, sobre todo, de Grecia". Afirma el ministro que "no estaba aludiendo a este Gobierno", sino a los ocho años del anterior Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
En declaraciones a los periodistas tras intervenir en la presentación en Cádiz del informe 'América Latina. Una agenda de libertad 2012', García-Margallo ha manifestado que, aunque no le parece "demasiado amable que el presidente de un país vecino se refiera a otro", considera "real" el "diagnóstico" que Sarkozy hacía de la situación de España cuando se produjo el cambio de Gobierno.
En este sentido, ha relatado que cuando el PP accedió al Ejecutivo central la situación era "extraordinariamente delicada", ya que "teníamos un endeudamiento que era, probablemente, de los más altos de occidente; teníamos una inversión en sectores productivos muy alta y teníamos una enorme falta de competitividad", agregando que todo ello "se había manifestado en una caída del crecimiento y del empleo, en un desequilibrio de nuestras cuentas con el exterior, en un déficit público realmente importante, que es el que estamos intentando corregir, y en una crisis del sistema financiero".
A juicio del titular de Asuntos Exteriores, Sarkozy "lo que decía es que si querían para Francia un Gobierno socialista que dejase a Francia en la misma situación que el Gobierno socialista dejó a España", insistiendo en que no se refería al de Mariano Rajoy.
Finalmente, ha puesto de manifiesto que desde que el PP accedió al Gobierno "lo que ha hecho es un proceso de consolidación fiscal para no gastar más de lo que se ingresa, una reforma del sistema financiero, una reforma del sistema laboral y, ahora, vamos a entrar a fondo en un sistema de apertura y liberalización de la economía para volver a coger impulso".
