Creen que ha gestionado muy mal la situación, que debe tomar más medidas para limpiar el partido pero de forma más discreta y efectiva
MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
La forma en la que ayer se gestionó la salida del secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, ha causado gran malestar entre numerosos dirigentes del PP, consultados por Europa Press, quienes ven "tocado" el liderazgo de Francisco Camps. Además, creen que con el cese de Costa no se cierra la crisis provocada por el caso Gürtel y piensan que debe seguir limpiando el partido en Valencia, pero de forma más discreta y efectiva. Incluso, afirman, es posible que esta situación sólo se pueda cerrar si se convocan elecciones anticipadas.
Los acontecimientos de ayer fueron seguidos minuto a minuto y con gran preocupación desde la sede del PP en la madrileña calle de Génova, donde se congregó en el despacho del presidente del PP una especie de gabinete de crisis en el que estaban, además de Mariano Rajoy, la secretaria general, María Dolores de Cospedal y el vicesecretario Javier Arenas, entre otros.
La rueda de prensa que dió Ricardo Costa por la mañana ya había encendido todas las alarmas entre los miembros de la dirección del partido, quienes no quisieron pronunciarse al respecto hasta conocer la resolución del Comité Ejecutivo del PP valenciano que se reunía por la tarde.
Una vez concluído éste, Francisco Camps comunicó a la secretaria general la decisión del Comité Ejecutivo que después Génova reprodujo en un comunicado, es decir, la decisión de suspender temporalmente a Costa a "petición propia" de sus funciones de secretario general y de portavoz en las Cortes valencianas.
Sin embargo, Ricardo Costa comentó a la salida de la reunión de la dirección en Valencia que nadie le había pedido que cesara de sus funciones y que seguiría en ellas mientras el PP no abriera una investigación interna sobre él.
Estas contradicciones, unidas a la rueda de prensa que Costa había dado por la mañana provocaron un gran enfado de la dirección del partido con el presidente valenciano a quien, según fuentes consultadas por Europa Press, la dirección ya había transmitido con anterioridad, que debía limpiar el partido en Valencia, pero de una forma más discreta y más efectiva.
RAJOY LE DIO GRAN CONFIANZA QUE NO HA APROVECHADO.
La sensación de que Francisco Camps no ha gestionado adecuadamente la crisis provocada por el 'caso Gürtel' es compartida en las filas del PP por numerosos cargos, quienes recuerdan que el presidente nacional, Mariano Rajoy, dió manos libres a Camps para que actuara a su manera pero que resolviera la situación intentando causar el menor perjuicio posible al partido.
Sin embargo, los dirigentes 'populares' consultados sostienen que Camps no ha sabido aprovechar ese caudal de confianza que Rajoy depositó en él y que su gestión en este asunto ha dejado mucho que desear, ya no sólo estos últimos días en torno al cese de Ricardo Costa sino también el asunto de los trajes, tras revelarse las conversaciones con Álvaro Pérez, 'El Bigotes', y el informe policial sobre una supuesta financiación irregular del PP valenciano.
Dentro de la dirección del partido, algunos de sus miembros incluso creen que el propio Rajoy ha perdido confianza en el presidente de la Generalitat, al que ha defendido a ultranza estos últimos meses en todas sus intervenciones públicas.
En este contexto, numerosos dirigentes del partido creen que el trabajo de Camps no ha terminado y que debe seguir limpiando el PP en Valencia. Incluso, algunos consideran que va a ser muy difícil que zanje la situación sin unas elecciones anticipadas. Alguno de los consultados va más allá y afirma que con la "mala gestión" que ha hecho Camps de la situación se ha "abrasado". En este sentido, aseguran que si a partir de ahora, Camps no actúa correctamente debería replantearse ser el próximo cabeza de cartel.
Los dirigentes consultados admiten que lo peor es que se haya permitido a Ricardo Costa "desafiar" a la dirección nacional del partido y éste ofreciera anoche una rueda de prensa insistiendo en que seguía en su cargo de secretario general y que sólo cesaría si 'Génova' le abría una investigación interna.
FALTA DE COORDINACIÓN.
Otras fuentes 'populares' consultadas también cuestionan la gestión de la dirección nacional del PP, a la que reprochan que hayan dejado demasiado margen a Camps en vez de "planificar mejor la estrategia" y no permitir la "descoordinación" que se visualizó ayer.
Incluso, algunos parlamentarios del PP han empleado esta mañana --fuera de micrófono-- calificativos como "vodevil", "situación kafkiana" o "jaula de grillos" para referirse a la "confusión" creada anoche tras la "guerra de comunicados" entre Génova y la dirección regional.
Un veterano dirigente del PP, que prefiere guardar su anonimato, también alerta del antecedente peligroso que se abre a partir de ahora con el cese de un secretario general autonómico por la publicación de una conversación privada, sin ni siquiera estar imputado y cuando sigue secreto parte del sumario.
"Esto traerá cola pero ya es irreversible", sentencia, para añadir que ahora lo que hay que hacer es "cerrar filas" y evitar que los socialistas sigan utilizando este tema para desgastar la imagen del Partido Popular.
