Los Mossos informan a la AN sobre operativos contra 'narcos' y prostíbulos para averiguar si hubo montaje de Villarejo

El comisario jubilado José Manuel Villarejo acude a declarar por la 'guerra de comisarios' en los Juzgados de Plaza de Castilla.
El comisario jubilado José Manuel Villarejo acude a declarar por la 'guerra de comisarios' en los Juzgados de Plaza de Castilla. - Marta Fernández - Europa Press
Publicado: martes, 21 diciembre 2021 20:36

Sospechan que el comisario urdió una campaña de descrédito contra un testigo y un fiscal claves en casos de corrupción

MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los Mossos d'Esquadra han enviado a la Audiencia Nacional un informe en el que detallan operativos contra narcotraficantes y "macroprostíbulos" plasmando las "elucubraciones" que, "por más racionales que pudieran parecer", no lograron cristalizar en procedimientos formales, pero que ahora aseguran que han cobrado sentido a raíz de un audio del comisario José Manuel Villarejo en el que se intuye un plan para desacreditar a un testigo y a un fiscal que eran determinantes en varios casos de corrupción.

El informe, enviado el pasado 29 de septiembre al Juzgado Central de Instrucción Número 6 por el jefe de la Comisaría General de Investigación Criminal de los Mosos d'Esquadra, el intendente Antoni Rodríguez, explica en sus 18 páginas que su razón de ser es una conversación difundida por medios de comunicación que habrían mantenido en noviembre de 2009 en un restaurante de Madrid Villarejo, el ex jefe de la UDEF José Luis Olivera y el ex inspector Antonio Giménez Raso, todos investigados en la macrocausa 'Tándem'.

Del extracto de esta charla, "se desprende que estas personas estaban urdiendo una trama que tenía por objetivo desacreditar, por una parte, a un testigo clave en varios casos de corrupción, Manuel Gutiérrez Carbajo, tratando de abrir de forma irregular un procedimiento judicial en su contra por tráfico de drogas o blanqueo de capitales", y, "por otro lado, se pretendía desprestigiar con noticias falsas al fiscal anticorrupción Antonio Martínez Madero", que "había jugado un papel decisivo en el devenir de dichas causas".

"Se infiere que uno de los motivos de tal animadversión hacia los citados testigo y fiscal era que el propio Giménez Raso y su hermano Carlos, ex inspectores ambos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), figuraban entre los funcionarios policiales imputados en esas causas de corrupción", apunta el informe, al que ha tenido acceso Europa Press.

El informe señala que "la vía de entrada sería Gutiérrez Carbajo, pero utilizado éste como palanca se quería llegar al entonces intendente del cuerpo de Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, y al entonces coronel Miguel Gómez Alarcón, de la Guardia Civil".

Hasta ahora habían tenido sospechas en relación con algunos casos "pero la carencia de algún elemento objetivo que diera sentido complejo al conjunto de elucubraciones, por más racionales que éstas pudieran parecer, ha determinado recurrentemente la imposibilidad de instar algún procedimiento formal para investigar el papel de cada actor", indican.

Sin embargo, ahora, "al tener conocimiento de la conversación que motiva este escrito, todas las hipótesis mantenidas todos estos años adquieren un cariz de verosimilitud que superaría el escenario de sospecha", porque "sí que se puede afirmar que las intenciones que se manifestaban en la conversación sí que han tenido una traslación a lo fáctico".

"Aquello con lo que los tres personajes conspiraban sí sucedió después y también se utilizó tanto para atacar al cuerpo de Mossos y la Guardia Civil como para intentar neutralizar causas anteriores instrumentalizando la causa del Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona", que en estos momentos investiga el 'caso Voloh', sobre el presunto desvíos de fondos públicos para financiar el 'procs'.

No obstante, los Mossos alegan que, debido a que desconocen todo lo actuado en 'Tándem' --donde se investigan los negocios privados de Villarejo--, no están en disposición de componer el puzzle, motivo por el cual envían a la AN toda la información que poseen "por si considera conveniente la realización de actuaciones concretas".

LA 'OPERACIÓN GAMBA ROJA'

El detonante habría sido la 'Operación Gamba Roja', que estalló en 2005 cuando del puerto de Barcelona se robó una partida de droga de un contenedor que debía estar bajo vigilancia policial.

La investigación la dirigió el coronel Gómez Alarcón y con ella "se acabó desarticulando una trama de narcotraficantes y agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional, entre los cuales se encontraba Giménez Raso".

El informe enlaza estos hechos con una parte de la conversación publicada por la prensa en la que Villarejo comenta que podrían hacer correr la noticia de que el fiscal Martínez Madero "recibe 7.000 euros todos los meses", a lo que Giménez Raso añade: "Hay que pagarle con la misma moneda".

Para los Mossos, "es fácil inferir que Giménez Raso se pueda estar refiriendo a los hechos que se le imputaron en la operación 'Gamba Roja'", puesto que en el marco de la misma hubo escuchas telefónicas de llamadas donde se hacía referencia a que él cobraba 3.000 euros por facilitar información al grupo criminal.

FILTRACIONES A DOS "MACROPROSTÍBULOS"

Otra de las operaciones que los Mossos ponen en relación con ese audio son las de los clubes Saratoga y Riviera, dos "macroprostíbulos" que "se lucraron de 2002 a 2008 con la explotación de mujeres que estaban en situación irregular, un negocio que se vio favorecido por las informaciones que recibían de la cúpula que dirigía en aquellos momentos la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Barcelona".

"Existía una trama manifiesta de corrupción policial, en la que participaban miembros en activo y antiguos miembros del CNP que facilitaban información relevante y previa a los clubes Saratoga y Riviera para burlar los controles e inspecciones policiales que debían llevarse a cabo en ellos a cambio de contraprestaciones económicas", exponen.

Es aquí donde aparece por primera vez la figura de Gutiérrez Carbajo, como un testigo "fundamental" para las pesquisas, a la que se añade la de Martínez Madero como uno de los fiscales que intervinieron pidiendo prisión para la mayoría de los encausados. A raíz de todo ello, "se cerraron los dos macroprostíbulos y no volvieron a abrirse jamás". "El caso tuvo una gran repercusión mediática y ya por entonces se hablaba, en algunos círculos, que esa operación pasaría factura a los Mossos", subrayan.

UN ALIJO DE COCAÍNA, YESO Y AZÚCAR

El informe pone de relieve que, "tan solo dos meses después de que se realizara la fase de explotación del caso Riviera y Saratoga, con la detención de altos mandos del CNP y el cierre de ambos clubes", se desarrolla una investigación policial --'Lince'-- en la que se apunta a que un tal Marco Antonio Crespo estaría traficando con cocaína y en la que se acaba concluyendo que Gutiérrez Carbajo y otra persona, a la que se incautó gran cantidad de droga en la 'Operación Rayo', trabajan de forma concertada con él.

Los Mossos llaman la atención sobre el hecho de que en las llamadas telefónicas intervenidas a Crespo "se infería que pudiera haber habido una filtración y que el investigado supiera que sus comunicaciones estaban siendo intervenidas", lo cual --resaltan-- "no deja de ser curioso cuando tan solo se lleva un día de intervención", al tiempo que destacan que el juzgado terminó archivando el asunto.

No obstante, las "anomalías" detectadas, entre ellas que de los 54.550 supuestos kilos de cocaína incautados en 'Rayo' finalmente solo 989,4 gramos eran droga --el resto eran yeso y azúcar--, dieron lugar a 'Cerberus', que recayó en manos del juez de 'Voloh', al que los Mossos reprochan en este informe su forma de dirigir las pesquisas, incluido que pidiera opinión a la Dirección Adjunta Operativa de Eugenio Pino, que tenía "máxima confianza" en Villarejo.

Acusan al magistrado de prolongar durante diez años una investigación basada en "una supuesta intención de los agentes de 'eludir la imputación judicial sobre determinadas personas'", que acabó archivada pero que permitió que imputados en 'Gamba Roja' y 'Saratoga y Riviera' se personaran "en una evidente maniobra de instrumentalización" de dicho juzgado para "desprestigiar" a los Mossos que les habían investigado.