La planta de reciclaje de material de construcción de Valdemingómez puede absorber en 15 días los residuos del Windsor

En la Comunidad de Madrid se genera una media de seis millones de escombros, superando a la basura orgánica

La crisis provoca el descenso de recogida de residuos de construcción en más de un 30 por ciento

MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

La mayor planta de tratamiento de residuos de construcción y demolición (RCD) de España, y una de las mayores de Europa, ha inaugurado hoy la ampliación de sus instalaciones con una nueva área que permite tratar más de 7.800 toneladas diarias, lo que equivaldría a absorber en 15 días los residuos generados por el edificio Windsor de Madrid.

Los residuos que llegan a la planta, sita en Valdemingómez y gestionada por la empresa Salmedina, son esencialmente de dos tipos: de hormigón, procedentes de obras, limpios de otros materiales de diferente naturaleza y de residuos de construcción, y de demolición mixtos, con hormigón mezclado con otros residuos como plásticos, maderas, vidrios o hierro, que deben ser separados para que no interfieran en el producto final.

Todos estos residuos se reciclan y se les da salida para realizar bases de carretera, carriles bici, drenajes y sellado de vertederos antiguos, entre otros usos. En este sentido, el presidente de Salmedina, Luis Ruego, reconoció que "la implantación del árido reciclado en el mercado es escaso", aunque confió en que esta dinámica se modifique y cada vez se investigue más sobre los posibles usos que se le puedan dar a los nuevos materiales que se obtienen a partir del reciclaje de escombros.

En la Comunidad de Madrid se genera una media de seis millones de residuos de escombros, una cantidad que supera a la generada por basura orgánica y que se ha multiplicado por cinco en los últimos dos años, pasando del medio millón de toneladas en 2005 a dos millones y medio en el año 2007. Para el director financiero de la empresa que gestiona la planta, Federico Riccardi, "en los últimos meses ha habido un descenso de recogida de estos residuos en un 30 ó un 40 por ciento", una disminución debida, fundamentalmente, a la crisis del sector de la construcción.

La consejera de Medioambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, Ana Isabel Mariño, que visitó hoy las nuevas instalaciones, explicó que "durante 2007 se ha aumentado en 150 por ciento el tratamiento de esta clase de residuos gracias al trabajo de la iniciativa pública y privada con una inversión por parte del Gobierno regional de 35 millones de euros". En este sentido, Mariño destacó "la importancia del sector privado y la coordinación de la gestión pública con la iniciativa privada" para sacar adelante nuevas políticas de conservación medioambiental y evitar que estos escombros terminen en vertederos ilegales, algo "que se perseguirá", aseveró.

La Administración regional, a través de la puesta en marcha de la Estrategia de Residuos 2006-2016 ha invertido 45 millones de euros en la puesta en servicio de las plantas de reciclado de Navalcarnero, El Molar y Moralzarzal, así como otros dos centros de agrupamiento de escombros, con una capacidad total para gestionar medio millón de toneladas de escombro al año. De esta cantidad, en 2007 se recicló en 85 por ciento, lo que posibilitó la reutilización de 425.000 toneladas.

SELLADO DE VERTEDEROS

A través del Plan Regional de Residuos de Construcción y Demolición, la Comunidad pretende clausurar y restaurar todos los vertederos de desechos inertes que no se adaptan a la normativa vigente que hay en la región, tal y como apuntó la titular de Medio Ambiente.

Desde 2005 ya se han restaurado 37 vertederos municipales de inertes, y en la actualidad, se están recuperando otros 13. Estas actuaciones han permitido recuperar los terrenos degradados en zonas verdes para el disfrute de los madrileños. Los materiales que se reciclan en la planta inaugurada hoy sirven para la recuperación de estos espacios naturales ocupados anteriormente por vertidos ilegales.

La restauración de los vertederos se completa con la instalación de paneles informativos y con el desarrollo de campañas de información sobre las alternativas para la eliminación de residuos, algo que también contribuye a concienciar a la ciudadanía, ya que, según Mariño, "la Comunidad de Madrid es la región más próspera de toda España y la que más invierte en I+D, pero esta prosperidad también tiene sus costes, como es la generación de residuos, algo que incide de manera negativa en el medio natural".

Precisamente, con el objetivo de dar a conocer entre los madrileños la importancia del reciclaje y los distintos métodos para llevarlo a cabo de forma correcta, el Ejecutivo regional cuenta con diversos programas de divulgación y sensibilización ciudadana impartidos a través de la Red de Centros de Información de Residuos (RCIR).

Se trata de nueve aulas de educación ambiental que se distribuyen en otras tantas instalaciones regionales de tratamiento de residuos ubicadas en Pinto; Alcalá de Henares; Villanueva de la Cañada; Navalcarnero; Moralzarzal; Villalba; Colmenar Viejo; y Vicálvaro.

En estas aulas los visitantes reciben información acerca del funcionamiento de una planta y el tratamiento que en ella se hace de todos los residuos, al tiempo que reciben instrucciones básicas para la gestión doméstica de desechos y un curso de separación selectiva de las bolsas de basura.