El 44,6% de las mujeres navarras casadas se dedican sólo al trabajo doméstico, la mitad que en 1975

Actualizado: viernes, 16 junio 2006 18:06

PAMPLONA, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

La tasa de mujeres navarras casadas que se dedican exclusivamente al trabajo doméstico se ha reducido a la mitad en los últimos 26 años. Si en 1975 eran casi la totalidad de las mujeres casadas, el 91,7%, las que asumían el rol de ama de casa sin fisuras, en la actualidad, son menos de la mitad, el 44,6%, las que dicen dedicarse en exclusiva a las labores domésticas.

Estos datos se recogen en el informe "Situación social de las mujeres en Navarra 2003. Evolución y tendencias de cambio", editado por el Gobierno de Navarra, fruto de un acuerdo de investigación entre la Universidad Pública de Navarra y el Instituto Navarro de la Mujer.

Según se indica en el estudio, "las mujeres en estos 26 años se han incorporado masivamente al mercado laboral" y lo están haciendo "sin intención de abandonar el trabajo remunerado por el trabajo reproductivo", lo que puede conllevar que el futuro pueda acercar a hombres y mujeres "en el tipo de itinerarios laborales que desarrollen y consecuentemente en generar derechos laborales y sociales en igualdad de condiciones", afirman las autoras.

Sin embargo, del análisis del tipo de ocupación que tienen las mujeres y su situación profesional se desprende que la eventualidad y el tiempo parcial va en aumento en el empleo creado para ellas y en ocupaciones asignadas a las mujeres, "lo que no garantiza una vida laboral continua y en condiciones de asegurar la autonomía económica de las mujeres y consecuentemente los derechos laborales que se desprenden de la misma", indican.

El estudio ha sido realizado el grupo de investigación de Género del Departamento de Trabajo Social de la Universidad Pública de Navarra, bajo la dirección de la profesora Blanca Fernández Viguera y la coordinación de la socióloga Amaya Barandica Ortiz de Zárate. Como coordinadoras de las distintas áreas del informe han participado, además de las citadas investigadoras, la historiadora Silvia Fernández Viguera y la doctora en Antropología y Medicina Mari Luz Esteban Galarza.

El trabajo de campo lo han realizado Patrizia Olóriz Espinal y Elsa Retán Salán, ambas becarias del Departamento de Trabajo Social. Asimismo han contado con la colaboración del departamento de estudios de la mujer de IPES.

MODELOS FAMILIARES

En cuanto a los cambios que se han producido en los modelos familiares en estos 26 años se señala que la reducción de las tasas de natalidad y el retraso en la edad en la que se accede al matrimonio o se decide tener descendencia, son algunos de los indicadores demográficos que revelan con mayor nitidez esta transformación.

Entre los factores que han influido en estos cambios, el informe se refiere al acceso de las mujeres a todos los niveles de la enseñanza, el éxito conseguido en su formación y cualificación, su incorporación al trabajo remunerado, la posibilidad de separar sexualidad y maternidad mediante la generalización y uso de los métodos anticonceptivos, el actual modelo laboral marcado por la eventualidad y la precariedad, las dificultades crecientes de acceso a la vivienda y la extensión de una ideología de baja natalidad.

En el año 2000 la mitad de las mujeres que contrajeron matrimonio en Navarra, lo hicieron entre los 25 y 29 años, aunque una de cada tres lo hizo después de los 30 años, siendo la edad media al matrimonio de 29,5 años.

En cuanto a la naturaleza de los matrimonios, el estudio concluye que la mayoría siguen siendo religiosos (73,6%) pero el matrimonio civil, -opción minoritaria-, continúa aumentando. Más de uno de cada cuatro de los matrimonios ocurridos en el 2000, se celebraron civilmente, cinco puntos por encima del porcentaje de 1996 (21,3% frente a 26,6%). A medida que la edad de los contrayentes es mayor también lo es el porcentaje de matrimonios civiles.

Por otra parte, se indica que las nuevas generaciones, cada vez más, asumen que "es bastante probable que a lo largo de la vida puedan existir varias relaciones de pareja". Así, en Navarra, a pesar de que los datos muestran niveles de ruptura matrimonial más bajos que los que se dan en el conjunto del estado y en otros países de Europa, los porcentajes de separaciones y divorcios presentan tendencias ascendentes.

En cuanto a la decisión de la maternidad, se establece que sigue ocurriendo mayoritariamente dentro del matrimonio, "un 88% de los nacimientos ocurridos en el año 2000 en Navarra se producen al amparo de este contrato". Sin embargo, las tendencias que se observan apuntan al "incremento de los nacimientos fuera de la unión matrimonial". Su número se ha duplicado en los últimos cuatro años y sus porcentajes han pasado del 7% en el año 1996, al 12% en el 2000.

La edad media a la maternidad se sigue alargando, en el año 2000, es de 31,8 años. Los nacimientos de madres entre 25 y 29 años descienden, su tasa de fecundidad sufre el descenso más acusado en estos últimos cuatro años, de un 70,3 en 1996 a un 58,5 en el 2000. Por el contrario, el incremento más intenso se produce entre los 35 y 39 años. En cuatro años la tasa pasa de 37,9 a ser un 49,3, aunque también se observa tendencia a la subida entre los 40 y 44 años.

La tasa de fecundidad entre madres de 15 a 19 años ha aumentado 2,2 puntos desde 1996, siendo incluso más elevada que la de 1991. Respecto al número de hijos e hijas habidos, al igual que ocurría en el año 1996, primer y segundo hijo, concentran el 89,4% del total de nacimientos ocurridos en el año 2000. Los datos "no parecen apuntar tendencias al incremento de los porcentajes del tercer hijo".

Aunque todos estos datos apuntan cambios paulatinos en los modelos familiares, la familia-tipo en Navarra sigue siendo "la de una pareja con hijos e hijas". No obstante, en el 17% de los hogares convive una pareja sin hijas e hijos, bien por razones de independencia de la descendencia habida, bien porque no la ha habido. Los hogares monoparentales constituyen el 5% del total.

EDUCACIÓN

Las chicas no solamente están a la par con los chicos en todos los niveles educativos, "sino que tienen porcentajes más altos que ellos entre la población estudiantil".

En Navarra en el curso escolar 2001/02, eran el 52,6%, superaban a los chicos en el Bachillerato (55,4%), y habían dado un salto importante en la FP, puesto que en el curso 2001-02 se sitúan alrededor del 40% y continuaba la tendencia ascendente hacia una mayor presencia en los estudios universitarios, un 56%,

El estudio también señala que continúa la tendencia a presentar mejores resultados en los tiempos empleados para finalizar sus estudios, en definitiva, "a un mejor rendimiento y un mayor éxito académico". Sin embargo, "determinadas asignaturas y estudios continúan teniendo una clara marca de género".

La investigación también pone de relieve el aumento de la participación de las mujeres en los ámbitos de participación social, política y sindical, ámbitos mayoritariamente masculinos.

En 2003, las concejalas en municipios de más de 10.000 habitantes suponían el 33,1% del total, casi el doble que en 1995. Del mismo modo, en 2003, 39 mujeres eran alcaldesas, frente a 18 en 1995.

También el aumento de la presencia de mujeres en el Parlamento Foral ha sido una constante (32% en 2003 frente al 26% de 1995). Por otra parte, las diputadas navarras en el Parlamento Español eran el 40% del total en 2003, el doble que en la anterior legislatura.

En el año 2000 la esperanza de vida para las mujeres navarras fue de 83,6 años, 6,8 años más que para los hombres, diferencia que se mantiene desde 1991 con ligeras modificaciones. Además, las navarras tienen también una esperanza de vida mayor que el resto de mujeres del Estado.

En cuanto a los datos en Navarra de la violencia de género, se expone la dificultad para obtener información puesto que las fuentes son muy variadas