Vacas Locas.-Agricultura dice que el consumo de carne vacuna es seguro y que existe un sistema de control "rigurosísimo"

Actualizado: martes, 8 abril 2008 16:00

PAMPLONA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -

El director general de Agricultura y Ganadería del Gobierno de Navarra, Ignacio Guembe, garantizó esta mañana en una rueda de prensa celebrada en Pamplona que "la carne de vacuno se puede consumir con toda seguridad" y afirmó que existe un "rigurosísimo sistema de controles".

Ignacio Guembe compareció ante los medios, acompañado por Miguel Ángel Martínez, director del servicio de Ganadería, para lanzar un mensaje de tranquilidad tras las dos muertes registradas en Castilla y León por el mal de las 'vacas locas'.

Según el director general de Agricultura y Ganadería del Gobierno de Navarra estos dos casos corresponden a personas contagiadas "con toda seguridad" antes del año 2002 y apuntó que "en la actualidad puede darse algún caso en Navarra, pero la probabilidad es bajísima". "El sistema de control es muy riguroso y por ello el nivel de incidencia de la enfermedad en la población es muy bajo", aseguró.

Ignacio Guembe explicó que de los más de 20.000 controles que se practicaron en los años 2001, 2006, 2007 y 2008 sólo cuatro animales dieron positivo en la llamada enfermedad de las 'vacas locas'. Esta enfermedad tarda en manifestarse en humanos entre 8 y 10 años desde el momento en el que se contrae la enfermedad.

Según explicó Guembe, a partir de la crisis del año 2000, la Comunidad Europea puso en marcha un "rigurosísimo sistema de controles" sobre la carne de vacuno. Estos controles, que comenzaron entre los años 2001 y 2002, se basan en tres de tipo técnico y otros tres de tipo ejecutivo o analítico.

En primer lugar, los animales pasan por un sistema de identificación y trazabilidad. Todos los animales de la especie bovina están identificados desde su nacimiento mediante un doble crotal y están registrados en una base de datos nacional.

A partir de esto se controlan individualmente todos los movimientos de los animales. De esta forma, todo animal que llegara al matadero sin estar correctamente identificado sería sacrificado para la posterior destrucción del cuerpo.

El segundo control es sobre la alimentación de los animales. Las harinas de origen animal empleadas en alimentación de vacuno fueron las causantes del contagio de los animales en la llamada 'crisis de las vacas locas', por lo que la Comisión Europea prohibió su utilización en la alimentación animal.

Actualmente, en Navarra, los veterinarios del departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente realizan un sistema de control sobre la alimentación animal que se lleva a cabo mediante inspecciones en las instalaciones ganaderas para asegurar que en la alimentación de los animales no se emplean harinas de carne.

En tercer lugar, los animales pasan por un control veterinario de la sanidad de los animales. Los veterinarios responsables de las explotaciones, los veterinarios del ITG Ganadero (empresa pública dependiente del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente) y los propios ganaderos están obligados a comunicar al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente la existencia de cualquier animal que pudiera presentar síntomas de la enfermedad.

Los controles ejecutivos o analíticos garantizan que ningún animal afectado por la enfermedad entre en la cadena alimentaria y se basan, en primer lugar, en los controles en matadero. La enfermedad se desarrolla en los animales a partir de los tres o cuatro años de edad.

A pesar de esto y por un principio añadido de precaución se procede a analizar a todos los animales de dos o más años, de forma que ningún animal puede ir a consumo hasta que el resultado del análisis confirme que está libre de la enfermedad.

En segundo lugar, los animales que mueren en el campo o en las explotaciones ganaderas por cualquier causas son recogidos y destruidos. Los animales retirados se destruyen en una planta específica de tratamiento, pero antes de su retirada y destrucción, si los animales tienen dos o más años se toma una muestra para analizar la posible presencia de encefalopatía.

Por último, si se detecta un animal positivo a encefalopatía, se pone en marcha un dispositivo de control epidemiológico que consiste en la identificación de la explotación del origen del animal y en el sacrificio, análisis y destrucción de los animales susceptibles de estar afectados.

Ignacio Guembe aseguró que "existe un sistema de control exhaustivo para asegurar que ningún animal afectado pueda llegar a consumo establecido a nivel de la Comunidad Europea, y por supuesto de España y de Navarra". En el caso de Navarra los controles los realizan veterinarios de los departamentos de Salud y de Desarrollo Rural y Medio Ambiente.

Además, en el caso de Navarra, gran parte de las explotaciones de vacuno se encuentran acogidas a sistemas de producción certificada que establecen mayores exigencias en cuanto a la alimentación y cría, y en cuanto a su origen, como es el caso de la denominación 'Ternera de Navarra' que entre otros requisitos obliga a que los animales tengan su origen y estén criados en Navarra. "Es en la actualidad cuando mayor seguridad existe de que ningún animal afectado llegará al consumo humano", concluyó Ignacio Guembe.