Publicado 16/06/2020 08:00

Fernando Jáuregui.- "Aciertos y errores lógicos" del Gobierno en la pandemia

MADRID, 16 Jun. (OTR/PRESS) -

Han provocado no poca conmoción interna en el Partido Popular las palabras del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, admitiendo que, en su lucha contra el coronavirus, el Gobierno central ha tenido "aciertos" y "errores, lógicos por ser la primera vez que nos enfrentamos a una pandemia". Es más: el muy probable vencedor de nuevo en las elecciones gallegas llegó incluso a agradecer "el esfuerzo del Gobierno" de Pedro Sánchez en su combate contra el virus. Unas declaraciones que distan no poco de la tradicional bronca que, semana tras semana, tanto Pablo Casado como el secretario general del PP y la portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, echan en el Congreso a Sánchez y a los miembros del Ejecutivo.

¿Es esto algo parecido al comienzo de la distensión, propiciada desde el noroeste, a base de empezar a admitir que, al menos, el equipo de Pedro Sánchez, con todas sus chapuzas, equivocaciones, silencios y faltas a la verdad, se está batiendo el cobre al menos con dignidad y sacrificio? Es algo que difícilmente escucharemos más allá de la sede de San Caetano. Pero, con todas las críticas que puedan hacerse a la trayectoria gubernamental, que no son pocas, el reconocimiento de que se hace un esfuerzo parece lógico. Y un mínimo realismo habrá de admitir que tendrá alguna traducción en las urnas: sobre todo en lo que respecta a 'su' imagen, Sánchez lo está haciendo bien.

Siempre lamenté que Núñez Feijóo sin la menor duda un importante valor político, no diese hace dos años el paso de cruzar el Miño para hacerse cargo del PP nacional. Lo digo sin desmerecer el empeño de Casado por mantener una rígida oposición al Gobierno de coalición de PSOE y Podemos, tratando, a la vez, de desmarcarse de las demasías de Vox y de la 'templanza' de Ciudadanos con su acercamiento al Ejecutivo. No es nada fácil el papel del presidente nacional del PP, ciertamente; pero no cabe desconocer que el principal partido de la oposición ha quedado como desdibujado, fuera de los principales titulares de los medios, sin que conste que ciertas encuestas que aproximan al PP al PSOE sean eso, demasiado ciertas.

Pregunté a Núñez Feijóo, en el foro organizado este lunes por Europa Press, si esas palabras de alabanza -en medio de otras críticas, cierto- al Gobierno central pudieran llegar a desear un alejamiento de la actual crispación y un acercamiento a fórmulas de entendimiento, tal vez hasta la formación de un Ejecutivo de gran coalición, o de salvación nacional. "La crispación no tiene sustento social", dijo Feijóo, que realizó un canto a la mayor moderación de las autonomías del PP -es un hecho en Castilla y León y en Andalucía, aunque no en Madrid- en relación con el frentismo nacional.

Pero la vieja idea de una gran coalición parece ya por completo imposible: "claro que abogaría por intentar evitar un Gobierno como este con Podemos y en manos del independentismo; pero eso ahora no es posible". "Somos la única alternativa a este Gobierno y debemos ejercerla, con moderación, pero efectivamente". No va más allá el presidente gallego, hombre prudente que no se deja atrapar por unas declaraciones que vayan un milímetro más allá de lo que él pretende. Pero consta que ahora la estrategia en la sede de Génova pasa precisamente por eso, por ser alternativa, a la espera del batacazo que, piensan los 'cerebros' del PP, se dará en las urnas el Ejecutivo autodenominado 'de progreso'.

Pienso que, con todo, este ejercicio de la alternativa pasará por disminuir sensiblemente las dosis de hostilidad pública -no tanto privada, dicen- entre los dos principales partidos nacionales. Pero no estoy seguro de que las posibilidades de Casado de ganar unas elecciones a corto plazo sean una expectativa realista, entre otras razones porque tampoco tengo certeza de que se celebren estos comicios antes de un par de años, como pronto: claro que, hoy por hoy, cualquier predicción, con la que está cayendo, es arriesgada. Lo que sí me parece seguro es que el PP debería seguir más la 'línea Núñez Feijóo', o la de Fernández Mañueco, o la de Juanma Moreno que las de Cayetana Álvarez de Toledo o, hasta cierto punto, la de Isabel Díaz Ayuso. No es tiempo de broncas, sino todo lo contrario. Y, de momento, quien gana elecciones en su terreno, con su moderación atlántica, es el gallego.

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