Publicado 29/03/2024 08:00

Julia Navarro.- El funeral

MADRID, 29 Mar. (OTR/PRESS) -

Estos son días de reflexión también sobre el devenir de la política en nuestro país, por eso no me resisto a dejar de reflexionar sobre como "Ciudadanos" ha hecho realidad el refrán de "entre todos la mataron y ella sola se murió". Si, "Ciudadanos" ha muerto, y no de muerte natural, sino a manos de sus dirigentes.

Vaya por delante que en mi opinión Ciudadanos era un partido necesario como bisagra entre la izquierda y la derecha. Un partido que podría haber aportado equilibrio y serenidad a la política española si hubiera tenido otros dirigentes.

A Albert Rivera le quedó grande su partido y Madrid y fue de error en error. Y uno de esos errores de libro fue impedir que Inés Arrimadas, cuando ganó las elecciones en Cataluña, se presentara a una investidura que ,sin duda iba a perder pero que habría servido para presentar su proyecto político y para dar impulso al recorrido que ya llevaba el partido. ¿Celos de Rivera o solo incompetencia? A lo mejor ambas cosas. Otro error fue negarse a apoyar a Pedro Sánchez para que fuera presidente del Gobierno. Si Rivera hubiera tomado esa decisión las cosas en nuestro país habrían tomado otro rumbo y nos habríamos evitado el desembarco de Pablo Iglesias "podemizando" el Gobierno y al propio Sánchez.

A Albert Rivera le perdió la vanidad y la ambición o acaso simplemente le perdió su falta de consistencia política, o, todo esto junto.

El caso es que el desembarco de Arrimadas en Madrid fue otro error, dejaron desguarnecida Cataluña, la marcha de Arrimadas supuso el fin de un discurso y una posición política que había ido arraigando en una parte notable de la sociedad catalana.

Rivera se fue, Arrimadas se quedó pero le faltó fuelle para ser la líder de su partido, bien es verdad que sus compañeros de dirección tampoco es que fueran pesos pesados. Además Inés Arrimadas empezó a llevar a cabo una política errática, lo mismo se daba del brazo del PP que pretendía desde la sombra mover de la silla a Isabel Díaz Ayuso.

Adrián Vázquez, el último secretario general de Ciudadanos ha terminado dando la puntilla a su partido después de haber intentado un acuerdo con el PP para las elecciones catalanas y europeas, que, dependiendo de las condiciones, quizá, habría sido un acierto. Pero Vázquez en realidad no mandaba ni poco ni mucho ni nada y su empeño quedó en nada desautorizado entre otras cosas porque durante la negociación parecía conformarse con que algunos miembros de Ciudadanos formarán parte de las listas del PP en vez de exigir una papeleta conjunta.

Saben, en mi opinión un partido como Ciudadanos es necesario, el problema es quien lo representa y hasta ahora los que lo han hecho, se han comportado como aficionados.

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