Publicado 07/12/2018 08:01

Luis Del Val.- Constituyentes en el gallinero

MADRID, 6 Dic. (OTR/PRESS)

La edad media de los diputados y senadores salidos de las elecciones del 77 no era muy alta, así que, cuarenta y un años después, la mayoría de ellos siguen vivos y ocupados. A lo mejor, por eso, por ser tantos, los enviaron al gallinero, detrás de las columnas del hemiciclo, en ese lugar que Zorrilla denominaría el sitio de "los malditos", y si no los mandaron al palco de visitantes, quizás fue porque, si se celebraba el cuadragésimo aniversario de la Constitución, quedaba un poco desairado ponerlos allí, teniendo en cuenta que tuvieron el protagonismo de representar a la sociedad española en aquél momento. Desde María Dolores Pelayo, que abandonó su próspero despacho para dedicarse a la política, hasta el profesor Ramón Tamames, con el que comenté su libro, casi clásico, "El nuevo orden mundial", pasando por el profesor José Antonio Escudero, premio Nacional de Historia hace ocho o nueve años, no encontré a ninguno alicaído o melancólico. Incluso Enrique Barón, que fue tan joven ministro que casi parecía el hijo del ministro, parecía que estábamos celebrando el vigésimo aniversario y no el que marcaba el calendario.

Buena pieza oratoria de Ana Pastor, quizás un poco larga, pero tuvo la cortesía de citar frases de todos, desde el alfa de Fraga Iribarne hasta el omega de Carrillo, y el detalle de que le interrumpieron con aplausos cuando nombró a Juan Carlos I, y cuando mencionó a las víctimas del terrorismo. De la misma manera, en el discurso del Rey Felipe VI hubo una ovación atronadora cuando mencionó a su madre, doña Sofía, a la que su disciplina de los Hannover, por herencia materna, impidió que se le humedecieran los ojos de una forma llamativa.

Los que más sufrieron fueron los de Podemos, que aguantaron las ovaciones sin pestañear, pero con el atuendo que nunca llevarán a la boda de un hermano o de una hermana. Fue una fina exhibición de masoquismo. Dentro de diez años, si Podemos no está en el Gobierno, espero que a los constituyentes no los vuelvan a poner en el gallinero.