Expertos creen en el potencial de las personas con bajos ingresos para hacer negocio "con" ellos y no "de" ellos

Actualizado: miércoles, 27 febrero 2008 18:49

Recuerdan en Madrid que hay 4.000 millones de consumidores de bajos recursos, un mercado que hoy las empresas "se están perdiendo"

MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El investigador del 'think tank' World Resources Institute, Robert Katz, consideró hoy un "gran negocio" hacer "negocio" con las personas de menos recursos, con los 'pobres' --que no "de" los 'pobres'-- gracias a su potencial, desconocido muchas veces por formar parte de lo que se llama la "base de la pirámide" y no considerarse "clientes" por parte de las empresas, sino simples "beneficiarios", en muchas ocasiones, de las organizaciones sin ánimo de lucro.

Durante la jornada celebrada en Madrid 'Cómo hacer negocios en la base de la pirámide', organizada en el edificio de la Bolsa por la Fundación Compromiso Empresarial y Accenture, Katz --que próximamente se unirá a la organización Acumen Found-- se refirió a "tres verdades evidentes y claras": la primera es que la dignidad es más importante para el espíritu humano que la riqueza, y este concepto es "muy importante" cuando se trabaja con personas que se encuentran en la base de la pirámide.

La segunda idea fundamental es que "la caridad tradicional no va a acabar por sí sola con los problemas de pobreza, ni tampoco los mercados por sí mismos", así que es necesario encontrar el término medio, y ese término medio es la idea de que "para erradicar la pobreza hay que hacerlo desde la generación de riqueza, y sobre todo de oportunidades, en la base de la pirámide", donde están las personas de menos recursos, que son, precisamente, las que más oportunidades necesitan.

Según Katz. --fundador y editor de 'NextBillion.net'-- actualmente hay 4.000 millones de consumidores de bajos recursos --que ganan menos de 4 dólares diarios o 3.000 dolares anuales--, un mercado que las empresas "se están perdiendo". En América Latina, por ejemplo, existe un mercado de más de 300 millones de clientes pobres (la base de la pirámide más rica es Brasil, con 3,35 dólares diarios), y cuyos integrantes sufren lo que este experto denominó 'castigos': el precio (pagan un alto precio por servicios básicos), la calidad (reciben productos y servicios de baja calidad porque el mercado está poco distribuido y hay monopolio) y el acceso a éstos, que suele ser restringido, difícil o directamente imposible.

"Los pobres no quieren productos de peor calidad; no quieren productos para pobres, sino los mismos productos, o mejores, que los ricos", explicó Katz, recomendando a las empresas en este sentido "la localización de la creación de valor, potenciar el acceso, centrarse en la innovación y hacer asociaciones 'no convencionales' con socios locales". Como ejemplo, nombró 'Mi Farmacita', unas pequeñas franquicias ubicadas en zonas rurales de México para personas de bajos ingresos de barriadas pobres, CFW Shops en Kenia, o Medicine Shoppe en India, negocios similares.

El mensaje lanzado a las empresas desde este foro fue claro: para Katz, la base de la pirámide "es un mercado que necesita más servicios y más bienes y que además es rentable, siempre que se haga con una estrategia correcta". La 'clave' es que las empresas que van a dedicarse a este sector de mercado trabajen con socios locales, como las ONG, verdaderas conocedoras de las necesidades de estas personas, del terreno, y de las características; y crear servicios y productos adaptados, como hizo el fabricante de vehículos TATA en India, donde comercializa un utilitario dirigido a estas clases sociales y cuyo precio no supera los 2.000 dólares.