Una de cada cinco playas confinadas cántabras puede desaparecer este siglo por el ascenso del mar, según Greenpeace

Actualizado: viernes, 22 septiembre 2006 19:20

Las temperaturas podrían aumentar en la Cornisa Cantábrica hasta cinco grados

SANTANDER, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

Prácticamente una de cada cinco playas confinadas existentes en Cantabria podría desaparecer a lo largo de este siglo como consecuencia del ascenso del nivel del mar derivado del cambio climático. Actualmente la región cuenta con 56 playas confinadas, aquellas que están limitadas por acantilados o estructuras artificiales que restringen o impiden su migración hacia el interior o los lados, pero a lo largo del siglo, 11 de ellas podrían desaparecer.

Estos datos se ponen de manifiesto en un estudio de Greenpeace sobre las costas de Cantabria y País Vasco y la incidencia que podría tener en ellas el ascenso del nivel del mar, que se estima que puede ser de entre 50 centímetros y un metro en este siglo.

En el mejor de los casos, si el ascenso fuera sólo de 50 centímetros, eso supondría perder en Cantabria 11 de las 56 playas confinadas hoy existentes, ya que el 19,6% de dichas playas se verían afectadas por la elevación del nivel del mar.

El impacto es mayor si se tiene en cuenta, no el número de playas, sino su longitud. Así, según las estimaciones de la asociación ecologista la pérdida sería de 12,15 kilómetros de playa en Cantabria, más del 46% de los 26,37 kilómetros actuales.

Mientras tanto, según el informe de Greenpeace, al que tuvo acceso Europa Press, en superficie total pueden llegar a desaparecer este siglo en la región 79 kilómetros cuadrados de arenales.

En el caso de País Vasco la situación es peor y se acentúa a medida que se avanza hacia el Este. En Vizcaya pueden perderse el 45,4% de las playas confinadas y el 53,4% de su longitud, mientras en Guipúzcoa corren riesgo de desaparición el 70,6% de las playas, en el 70% de su longitud.

El retroceso o incluso desaparición de playas no es la única incidencia del cambio climático que se sentirá este siglo en la Cornisa Cantábrica, donde subirán también las temperaturas, incluida la del mar.

TEMPERATURAS Y PRECIPITACIONES

El informe de Greenpeace estima que las temperaturas de la Cornisa pueden elevarse entre cuatro y cinco grados centígrados en verano y entre dos y tres en invierno, partiendo de la base de que las concentraciones de CO2 se dupliquen. En cuanto a la temperatura superficial del mar en el litoral vasco, para el año 2025 podría haber aumentado un grado y medio en verano (actualmente es de 21 grados centígrados) y un grado en invierno (ahora es de entre 12 y 13 grados).

En lo que respecta a las precipitaciones en la Cornisa Cantábrica, la asociación asegura que en este siglo pueden reducirse en los meses de verano entre cinco y diez litros por metros cuadrado y día.