La corrección de líneas reduce la mortalidad de águila imperial un 62%

[Sin Asunto]
EP/FUNDACIONMIGRES
Actualizado: lunes, 7 marzo 2011 18:15

SEVILLA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Fundación Migres y profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Miguel Ferrer, ha publicado junto a Pascual López-López, Agustín Madero, Eva Casado y Michael McGrady, un artículo en el último número de la prestigiosa revista científica PLoS ONE denominado 'Solución a gran escala de los problemas de conservación provocados por la actuación humana: el águila imperial ibérica y los tendidos eléctricos'.

Refleja cómo la corrección en las líneas eléctricas propuesta por el CSIC ha conseguido reducir la mortalidad del águila imperial ibérica un 97 por ciento en el Espacio Natural de Doñana y un 62 por ciento en el conjunto de Andalucía".

En este sentido, según precisa la Fundación Migres en una nota, comparando los datos de los últimos 35 años, el artículo analiza el efecto de la corrección de tendidos eléctricos en las poblaciones de águilas imperiales ibéricas, una de las aves rapaces mas amenazada del mundo. De esta manera, los resultados indican que, tras la promulgación de los primeros decretos de protección de aves en tendidos por parte de la Junta de Andalucía en 1990, la corrección de los apoyos peligrosos para las aves y la regulación del tipo de poste permitido en los tendidos eléctricos de nueva construcción han conseguido una reducción de la mortalidad del 97 por ciento en el entorno de Doñana y de más del 62 por ciento en el resto de Andalucía, con un valor medio cercano al 80% de reducción de muertes, a pesar del continuado incremento en el número de kilómetros de líneas eléctricas durante los últimos 20 años.

Además, este estudio demuestra que la adecuación de tendidos eléctricos, siguiendo las recomendaciones del CSIC, ha sido el factor que más ha contribuido al crecimiento de las poblaciones de esta especie, el 80 por ciento del incremento de parejas se explica por el descenso de mortalidad por electrocución, tras la corrección de las líneas eléctricas, la población total de águila imperial ha pasado de 103 parejas en 1983 a 286 parejas en 2010, y de 22 parejas a 60 parejas en Andalucía, alejándose paulatinamente el riesgo de extinción.

Desde 1974, cuando la primera muerte por la electrocución fue registrada, un total de 158 águilas imperiales españolas han muerto en Andalucía, 101 de ellas en el Parque Nacional de Doñana, lo que representa el 63,9 por ciento. La electrocución fue la causa más frecuente de la muerte, 39,9 por ciento del total, y los casos registrados indican "fehacientemente" que 37 águilas imperiales ibéricas murieron por electrocución en Doñana desde la citada fecha, lo que supone el 36,6 por ciento, y otros 26 ejemplares en el resto de Andalucía, 41,9 por ciento.

Así, mientras que en el período 1974-1992 el mayor problema era la electrocución, a partir de entonces la principal causa de mortalidad para esta emblemática especie pasó a ser el uso ilegal del veneno en los alrededores de Doñana. Este artículo pone de manifiesto que problemas a priori tan difíciles de solucionar como la electrocución de aves protegidas en líneas eléctricas que, con "un elevadísimo número de postes", se encuentran dispersas por un enorme territorio, se puede resolver "satisfactoriamente con la adecuada investigación aplicada, la colaboración de las empresas y la intervención decidida de la administración pública".

Durante el período de 2000 y 2006 se corrigieron, convirtiéndolos en seguros para las aves, un total de 6.560 postes peligrosos a lo largo de 1.446 kilómetros de líneas eléctricas en Andalucía. El presupuesto total para estas medidas "apenas superó los 2,5 millones de euros en el período 1992-2009, lo que supone una inversión de 154.000 euros anuales aproximadamente".

Por otro lado, resalta la colaboración entre la fundación, el CSIC y la empresa privada. Así, recuerda que en 1982, el CSIC inició un estudio del efecto de los tendidos eléctricos sobre las poblaciones de aves del Parque Nacional de Doñana y su entorno, que arrojaron unos datos "abrumadores", más de 2.000 aves morían al año en tan solo 100 kilómetros de tendidos, siendo más de 400 de ellas aves de presa, incluyendo especies tan amenazadas como el águila imperial ibérica.

En este sentido, indica que estos datos "tan negativos" motivaron que el entonces Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona) y la Compañía Sevillana de Electricidad, actual Endesa, adoptaran las primeras medidas correctoras diseñadas por el CSIC para proteger a las aves en los tendidos eléctricos, consiguiendo "un espectacular aumento de la supervivencia de las jóvenes águilas imperiales", que pasó del 17 por ciento hasta casi el 80 por ciento en los primeros seis meses de vida.

Además, señala que los resultados fueron "tan contundentes" que impulsaron a la Junta de Andalucía a promulgar en 1990 el primer decreto europeo de protección de aves en instalaciones eléctricas, siendo seguido pronto por otras comunidades autónomas. Esta y otras normas posteriores regulan la construcción de nuevas líneas eléctricas, protegiendo a la avifauna, prohibiendo el uso de diseños peligrosos y estableciendo medidas de seguridad adicionales en apoyos especiales para las aves.

En 1991, las empresas Iberdrola, Red Eléctrica de España y Sevillana de Electricidad, actual Endesa, colaboraron en un estudio del CSIC que obtuvo "una nítida imagen" del efecto de las instalaciones eléctricas ya existentes, en todas sus tipologías, sobre la avifauna a nivel nacional.

Por último, con la colaboración de Iberdrola se ha elaborado una aplicación informática que optimiza la reducción en mortalidad en cualquier red de distribución eléctrica, dada la tendencia a la distribución contagiosa de las muertes debido a la influencia del diseño del apoyo y de las características del hábitat. Este último procedimiento ha sido empleado con éxito por Iberdrola en el Suroeste de Madrid y en el Monte del Pardo, y por la Junta de Andalucía en todos sus parques naturales.