Carriedo y Gato analizaron las obras del PHN, el nuevo Plan de Depuración de Aguas Residuales y las riberas urbanas
VALLADOLID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) suscribirán un convenio de colaboración al que aportarán 15 millones de euros a partes iguales para llevar a cabo obras urgentes y de emergencia en la cuenca.
Así lo anunciaron hoy el consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, y el presidente de la CHD, Antonio Gato, quienes mantuvieron un encuentro de varias horas en la capital vallisoletana.
Carriedo, en declaraciones recogidas por Europa Press, explicó que en la reunión se definió este convenio específico con el fin de acometer obras, sobre todo en materia de abastecimiento, que tengan algún carácter urgente o de emergencia.
El consejero explicó que el convenio servirá para solucionar algunos problemas de Castilla y León en lo que se refiere a saneamiento, pero también de abastecimiento.
En este sentido, matizó que las obras objeto de este acuerdo son las que tienen un carácter urgente pero que ya cuentan con los trámites administrativos que permitan realizar el gasto.
FINANCIACIÓN.
Gato, quien recordó que éste era un compromiso de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, indicó que la cuestión principal que se ha abordado es la fórmula de financiación y, una vez llegado al acuerdo, la siguiente fase será definir qué actuaciones son objeto de este convenio.
Así, recordó que en la provincia de Segovia se han detectado algunos problemas, ya que se tomaba gran parte de agua de acuíferos que ahora están sobreexplotados y algunos presentan contaminación por arsénico, como en la zona regada por el Eresma.
Antonio Gato concretó que las obras habrá que seleccionarlas y llevar a cabo las más urgentes y que estén más avanzadas para que no pase demasiado tiempo.
Este fue uno de los principales asuntos tratados durante la reunión, la cual sirvió también para colaborar e intercambiar información en un escenario de futuro en el que la Junta recibiría las competencias de gestión de la Confederación una vez que se apruebe la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, se cree la Comisión Mixta de Transferencias correspondiente y se llegue a un acuerdo de financiación.
Aunque no es algo que ocurrirá "mañana", dijo el consejero, se trata de abrir un nuevo escenario de colaboración en el que en un periodo de tiempo razonable se pueda ceder la gestión a la Junta.
Carriedo considera que la colaboración y el intercambio de información es fundamental y considera que no se podría entender un momento en el que la gestión pasara a manos de la Junta y la Administración regional no tuviera conocimiento sobre ella.
ABASTECIMIENTO RAZONABLE.
En este contexto, Fernández Carriedo indicó que aunque la situación de abastecimiento de agua en Castilla y León en términos de calidad y calidad es "razonable" la dispersión de la población dificulta la gestión y ocasiona problemas muy singulares, "un escenario que invita a hacer cosas en común".
Por ello, cree que hay que intensificar la colaboración para no pasar "de cero a cien" sino que se pase por un momento de gestión conjunta.
El consejero de Medio Ambiente indicó que también se trató sobre la estado actual de las obras del Plan Hidrológico Nacional y la necesidad de seguir avanzando en el nuevo Plan de Depuración de Aguas Residuales y proponer actuaciones conjuntamente al estar de acuerdo en las prioridades, en el marco de las cuales se enmarca el convenio para obras y en un futuro podría haber una siguiente fase en el convenio sobre riberas urbanas para su integración en las ciudades.
Además, señaló que la fase previa a asumir las competencias se caracterizará por el diseño del Plan Hidrológico de la Cuenca, para lo que Gato invitó a la Junta a participar.
Carriedo afirmó que habrá más reuniones y que además se han creado dos grupos de trabajo que proporcionarán una relación directa entre ambas administraciones y que tienen un carácter más técnico.
Por su parte, Gato explicó que el Plan de Saneamiento y Depuración finalizó en 2005 y por ello se está diseñando el siguiente. En esta línea, indicó que todos los municipios de más de 2.000 habitantes (190) cuentan con algún tipo de tratamiento de aguas y más o menos la mitad tienen los sistemas más avanzados.
Sin embargo, explicó que las exigencias de depuración serán mayores por la declaración de nuevas zonas sensibles en Castilla y León como en el entorno de municipios de menos de 1.000 habitantes.
Por ejemplo, indicó, hay aguas embalsadas que requerirán tratamientos para evitar la contaminación por nitrógeno y fósforo y, en concreto, supondrán 19 actuaciones.
En el caso de los municipios de menos de 2.000 habitantes, considera que es donde está el "verdadero problema" ya que hay casi 4.500 núcleos de vertido y aunque los municipios son unos 2.000 hay un tercio de vertidos sin depuración alguna, algo que se trata de solucionar mediante actuaciones programadas.
En cuanto a la calidad de las aguas, indicó que los problemas son la contaminación por plaguicidas (uso agrario), para lo que son necesarias unas "buenas prácticas agrarias", la contaminación por fósforo y nitrógeno y las subterráneas, afectadas por la presencia de nitratos y nitritos.
