Asociaciones de prensa y sindicatos condenan el "hostigamiento" a periodistas tras el ataque a Laura Pavía y su equipo

MADRID 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y la Agrupación de Periodistas de UGT (AGP-UGT) han condenado este lunes el "hostigamiento ejercido contra periodistas en el ejercicio de su profesión" tras los ataques recibidos por la periodista de TVE Laura Pavía y su equipo, cuando informaba en directo de una concentración convocada a las puertas de la sede del PSOE por la organización 'Revuelta'.

En un comunicado de la APM, al que se ha sumado la FAPE, la asociación señala que la periodista, junto con el equipo que la acompañaba, "se vio increpada por algunos de los participantes en la concentración, que además obstaculizaron reiteradamente su trabajo, en un ejercicio claramente atentatorio a la libertad de información".

En este sentido, expresa su "solidaridad con los compañeros afectados" y vuelve a pedir respeto al trabajo de los periodistas, "con independencia del medio al que pertenezcan". "En una sociedad democrática se puede ejercer el derecho a discrepar, pero se ha de hacer sin violentar otros derechos, entre ellos uno tan fundamental como es el de la libertad de información", sostiene.

Ambas organizaciones quieren insistir, asimismo, en reclamar a los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "mayores medidas de protección para los periodistas que cubren concentraciones y manifestaciones, en las que pueden registrarse casos como el que hoy nos vemos en la obligación de condenar".

Por su parte, desde la Agrupación de Periodistas de UGT (AGP-UGT) han lanzado un "mensaje firme y sin matices: ningún profesional de la información debe volver a trabajar bajo amenazas, insultos o agresiones físicas".

A su juicio, lo ocurrido durante una conexión en directo de RTVE, en la que un grupo de personas increpó "de forma violenta" al equipo desplazado, constituye "un ataque frontal al derecho a informar y un síntoma alarmante del clima de odio que se está normalizando en España".