BARCELONA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El responsable de la Unidad del Grupo de Emergencias Médicas, Miquel Vidal, aseguró hoy que un 30% de las más de 100 víctimas que resultaron afectadas psicológicamente por la tragedia del incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona), entre familiares y personal operativo, ha sufrido una recaída, o "victimización secundaria", cuando se levantó el secreto de sumario del caso a principios de enero.
En su comparecencia en la comisión de investigación parlamentaria, Vidal explicó que el levantamiento del sumario --cuando se conoció que la causa del incendio no fue un rayo sino que fue provocado y empezaron a salir a la luz pública detalles sobre los últimos momentos de los cinco bomberos muertos-- causó un "incidente crítico" en los afectados, especialmente por el tratamiento informativo de un sector de la prensa y por la "politización".
"Los afectados y las familias tienen derecho a vivir sus procesos emocionales en la intimidad", reclamó Vidal, que apuntó que antes de que se conociera el resultado de la investigación de los Mossos d'Esquadra los afectados estaban viviendo "sus procesos normales de duelo".
En un primer momento, tras la tragedia, atendieron a unas 130 personas, y la mayor parte "mostraron una gran capacidad de autocontrol".
En su exposición inicial, explicó que entre sus tareas está dar asistencia sanitaria al personal y a las víctimas, darles asistencia psicológica, asesorar en materia sanitaria a la estructura de mando y hacer informes técnicos.
Para el rescate de los bomberos del Grupo de Actuaciones Forestales (Graf) de Lleida, de los que cinco murieron y uno resultó herido grave, no disponían de un helicóptero medicalizado para rescates porque en toda Cataluña sólo hay dos --cuestan ocho millones de euros-- y uno estaba averiado y el otro lo estaba utilizando el Grupo de Refuerzo en Actuaciones Especiales (Grae) en Sabadell.
Relató la dificultad que supuso el rescate de los dos bomberos que en aquel momento estaban heridos -Pau Costa y Josep Pallàs-- porque tuvieron que abrir un corredor para trasladarlos hasta donde había aterrizado el helicóptero, a 600 metros, tardando unos 50 minutos, ya que el viento dificultó mucho el vuelo y su acercamiento a la zona donde estaban.
