El Papa llama a los jóvenes "maestros y artesanos de la cultura del encuentro" frente al que divide, excluye y expulsa

Pope arrives in Panama for World Youth Day
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Publicado: viernes, 25 enero 2019 0:44

PANAMÁ, 25 Ene. (del enviado especial de Europa Press, José María Navalpotro) -

El Papa Francisco ha definido a los jóvenes que participan en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) como "maestros y artesanos" de la cultura del encuentro", durante su discurso en la ceremonia de apertura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebra en Panamá del 23 al 27 de enero.

"Con sus gestos y actitudes, con sus miradas, sus deseos y especialmente con su sensibilidad desmienten y desautorizan todos esos discursos que se concentran y se empeñan en sembrar división, en excluir o expulsar a los que "no son como nosotros"", ha destacado.

Los jóvenes han aplaudido cuando el Pontífice en este punto de su discurso en el que se ha acordado del Papa emérito, Benedicto XVI que, según ha asegurado, sigue la JMJ por televisión y para el que ha pedido esa gran ovación. Además, al término de su discurso, los participantes han coreado un lema ya tradicional en este tipo de encuentro: "Esta es la juventud del Papa".

"¡Qué bueno volver a encontrarnos!", ha dicho el Pontífice al principio de su alocución recordando que cuando se le preguntó en la pasada JMJ de Cracovia si estaría en Panamá respondió que no sabía si él estaría, pero "Pedro" seguro que sí.

En su alocución, Francisco también ha subrayado que los jóvenes enseñan que encontrarse no significa mimetizarse, ni pensar todos lo mismo o vivir todos iguales haciendo y repitiendo las mismas cosas. "La cultura del encuentro es un llamamiento e invitación a atreverse a mantener vivo un sueño en común. Sí, un sueño grande y capaz de cobijar a todos. Ese sueño por el que Jesús dio la vida en la cruz", ha subrayado.

NO TENER MIEDO

Por eso, les ha pedido que no tengan miedo porque la Iglesia "camina" con ellos, les ha instado a ir hacia delante con "energía renovadora" e "inquietud constante" que ayuda y moviliza para ser más alegres y estar disponibles, ser más "testigos del Evangelio".

En cualquier caso, ha precisado que este llamamiento para ir hacia delante no es para crear una Iglesia paralela un poco más "divertida" o "cool" en un evento para jóvenes, con algún que otro elemento decorativo. "Pensar así sería no respetarlos y no respetar todo lo que el Espíritu a través de ustedes nos está diciendo. ¡Al contrario! Queremos reencontrar y despertar junto a ustedes la continua novedad y juventud de la Iglesia abriéndonos a un nuevo Pentecostés", ha destacado, al tiempo que ha pedido escuchar y complementarse para testimoniar al Señor.

El Papa, que ha reconocido los esfuerzos realizados para llegar a la JMJ, ha subrayado que el discípulo no es solamente el que llega a un lugar sino el que empieza con decisión, el que "no tiene miedo de arriesgar y ponerse a caminar". "Esa es su mayor alegría, estar en camino. Ustedes no tuvieron miedo de arriesgar y caminar. Hoy podemos "estar de rumba", porque esta rumba comenzó hace ya mucho tiempo en cada comunidad", ha resaltado.

El Pontífice ha vuelto a hacer referencia a San Óscar Romero al recordar sus palabras: "A un santo de estas tierras le gustaba decir: "el cristianismo no es un conjunto de verdades que hay que creer, de leyes que hay que cumplir, o de prohibiciones. Así resulta muy repugnante. El cristianismo es una Persona que me amó tanto, que reclama y pide mi amor. El cristianismo es Cristo; es desarrollar el sueño por el que dio la vida: amar con el mismo amor que nos ha amado", ha dicho.

Así, ha destacado que lo que les une a todos ellos es un amor que no "patotea" ni aplasta, un amor que no margina ni calla, que no humilla ni
avasalla. "Es el amor del Señor, amor cotidiano, discreto y respetuoso, amor de libertad y para la libertad, amor que sana y levanta. Es el amor del Señor que sabe más de levantadas que de caídas, de reconciliación
que de prohibición, de dar nueva oportunidad que de condenar, de futuro que de pasado. Es el amor silencioso de la mano tendida en el servicio y la entrega que no se pavonea", ha resumido.

Finalmente, el Papa, que no se ha olvidado tampoco de las referencias a la Virgen, ha advertido de que lo más esperanzador de esta Jornada no será un documento final, una carta consensuada o un programa a ejecutar sino los rostros de los jóvenes y una oración. "Amigos, que Jesús los bendiga y Santa María la Antigua los acompañe siempre, para que seamos
capaces de decir sin miedo, como ella: Aquí estoy. Hágase", ha concluido. El discurso se ha cerrado con un gran aplauso cuando Francisco ha agradecido el trabajo de todos los organizadores de la JMJ.