El profesor de la UNED Javier Rodrigo señala que hubo 188 campos de concentración en España tras la Guerra Civil

Actualizado: martes, 29 agosto 2006 15:38

Asegura que tenían "muchas similitudes" con los campos de concentración alemanes y que también se crearon para los disidentes

SAN SEBASTIÁN, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los campos de concentración "existieron en España tras la Guerra Civil y hubo un total de 188", de los cuales "104 fueron campos estables, que estuvieron en todas las zonas de frente de guerra, en zonas sensibles de entrada de los enemigos como Mungia, Orduña, Deusto en Euskadi", según explicó hoy el profesor de la UNED de Zaragoza Javier Rodrigo.

Rodrigo ofreció en San Sebastián un curso de verano de la Universidad del País Vasco (UPV) sobre la 'Guerra Civil: Experiencia, Memoria y Olvido'. Allí, explicó que desde 1936 las autoridades franquistas llegaron a la conclusión de que "tan importante era un soldado en la retaguardia, como un preso de guerra trabajando en ella".

Recordó que "en abril del 37 se creó la Inspección de los campos de concentración de prisioneros para clasificar a los prisioneros mediante avales facilitados por la falange local, de la Guardia Civil o del párroco, y reeducarlos".

Según indicó, "hay diferencias entre estos campos de concentración y los alemanes, pero también hay muchas similitudes". Estos últimos también "se crearon para los disidentes políticos, aunque luego los conozcamos como campos de exterminio, exactamente igual que los que hubo en España, Grecia o Finlandia", añadió.

"LIMBO LEGAL"

Rodrigo distinguió estos campos de las cárceles de guerra, puesto que aunque "se interrelacionaron, porque si el detenido tenía un expediente muy negativo para los franquistas pasaba a un tribunal militar y era encarcelado tras un informe jurídico detrás", la mayoría "se sometían a un limbo legal, porque no estaban regulados bajo ninguna legislación".

A su juicio, el campo "no era un lugar de condena sino de internamiento preventivo", un lugar "físico con la tasa de violencia que implica incomunicación pero dentro de ese limbo legal".

Así, destacó que "en torno a medio millón de personas pasaron por esos campos de concentración, de los que se calcula que un 10% murieron", y añadió que "en ese porcentaje sólo se pueden calcular los registrados como tal, es decir, muertos por enfermedades comunes y no por ser directamente ejecutados o evadidos".

Criticó que todos los documentos escritos "se han destruido", y "no se sabe cuándo, pero por la experiencia de la investigación se calcula que esos documentos desaparecieron en los años 60". Aseguró que "hubo muchos jóvenes que tuvieron como destino en su servicio militar quemar papeles o calentar los cuarteles con documentación de la guerra civil".

Asimismo, destacó que "hubo campos de prisioneros de guerra entre el 36 y el 42, aunque algunos, como el de Miranda de Ebro, se mantuvieron hasta 1947 para recoger a los milicianos de la II Guerra Mundial", y el tiempo medio de estancia en ellos "fue de seis meses".

LEY DE MEMORIA HISTORICA

Por todo ello, a su juicio la actual ley sobre la Memoria Histórica "es un gran error desde el punto de vista de los papeles", dado que "es una barbaridad reducir a 50 años la documentación".

"No tiene ningún sentido el argumento del PP diciendo que se están reabriendo heridas porque las únicas heridas que se reabren son las de las víctimas", ya que "son los que ven que sus historias vuelven a estar en la picota", denunció.

Rodrigo hizo alusión también al "cuádruple proceso de reeducación que se llevaba en los campos de concentración españoles, moral, política, social y religiosa", y añadió que "además de aprovechar los brazos de los presos, a éstos se les instruía en contra de la falsa propaganda de la antiespaña que luego dictaría los discursos del franquismo".