BARCELONA, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una organización que falsificaba tarjetas de transporte público T-10 y T-50/30 en Barcelona por valor de más de un millón de euros y que pretendía extenderse en Madrid.
La operación empezó en marzo de 2011 tras detectar un importante incremento de circulación de billetes de una "falsificación excelente", ha afirmado este miércoles en rueda de prensa el jefe de la unidad de investigación del área de seguridad de transportes, Carles Vallés.
La policía catalana ha detenido a 10 personas, la mayoría de nacionalidad búlgara, seis de las cuales --miembros de la cúpula-- han ingresado en prisión a petición del juez, imputados por delitos de falsificación, estafa, y pertinencia a organización criminal.
Según ha explicado el jefe del área de investigación criminal de los Mossos d'Esquadra de Barcelona, Ramón Grassa, la red estaba claramente estructurada y funcionaba como una empresa ordinaria.
El jefe de la banda tenía dos técnicos informáticos falsificadores a su servicio, y éstos --de los que sólo se ha detenido a uno-- daban órdenes a otros tres directores comerciales que se encargaban de buscar vendedores.
Estos comerciales llegaron a estafar entre 30 y 40 estancos y quioscos, a quienes les hacían ofertas junto a otros productos e incluso les ofrecían un precio más económico de los billetes, entre 6 o 7 euros de los 9,25 que cuesta, y también llegaron a vender abonos a pie de calle.
Según la policía, la red se centró primero en vender los billetes a amigos y conocidos a un precio más barato del habitual, lo que les permitió extenderse como "una mancha de aceite", hasta poner su objetivo en la capital del Estado.
Tras una investigación de un año, la policía catalana realizó hasta cinco entradas y registros en los domicilios de los detenidos, una de ellas en el municipio de Santa Eulalia de Ronçana, donde se halló un profesionalizado laboratorio de falsificación con productos importados de la India y Australia.
EXTENDERSE A MADRID
Incautaron multitud de rollos de banda magnética, 15 ordenadores, impresoras y escáneres de alta calidad para la fabricación de las tarjetas, y hasta un millón de títulos del metro de Madrid para poner en circulación que no se llegaron a vender.
Cuando los agentes de la Autoridad de Transportes Metropolitanos (ATM) detectaron que circulaban estas tarjetas aceleraron la incorporación de un holograma personalizado que ya tenían diseñado, con lo que invalidó los billetes falsos.
La policía investiga ahora el contenido de los ordenadores incautados para determinar el programa informático que utilizaban y esclarecer si todos los billetes pertenecen a la misma organización.
Como las tarjetas defraudadas son multiviajes, los Mossos ven la posibilidad que otras empresas de transporte reclamen por los perjuicios, agregando que Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ya se ha personado en la causa.
