LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
La joven Sara Morales, que desapareció el 30 de julio de 2006 tras salir de su casa en Las Palmas de Gran Canaria para una cita a la que no llegó, cumple hoy 17 años de edad. Su familia la echa "de menos" y vive "el día como un duelo".
Así lo manifestó hoy a Europa Press la abuela de la menor, Josefa Castellano, quien indicó que la familia no ha recibido aún una carta de Miguel Ángel M.R. --acusado como presunto violador en serie del furgón blanco en la isla, que estaba imputado por 22 presuntos delitos y que falleció el jueves ahorcado en la cárcel de Salto del Negro--, en la que confiesa antes de morir que él no secuestró a la menor.
Castellano, emocionada, aseguró que toda la familia vive hoy una jornada especialmente triste al ser el día del cumpleaños de Sara, sobre todo la madre de la niña, Nieves Hernández, que "está fatal porque la echa montón de menos".
"Todos la echamos de menos porque no sabemos si compramos flores o si encendemos una velita, no sabemos qué hacer porque no sabemos nada", afirmó la abuela, que señaló que en la familia todos están "totalmente destrozados".
"Seguimos esperando; siempre que suena el teléfono pensamos que es ella para decirnos hola abuela o lo que sea pero no; pero bueno estamos esperando a ver qué es lo que pasa", añadió. "Vivimos este día como un duelo, lo que pasa es que tenemos cuatro niños más y por ellos tenemos que estar levantados y luchando porque ellos no tiene culpa de lo que pasó", agregó Josefa Castellano.
La joven dejó su casa el 30 de julio de 2006 en el barrio de Escaleritas en la capital grancanaria, rumbo al centro comercial de La Ballena, donde había quedado con un amigo que le gustaba, quien declaró que nunca llegó a verla.
En Gran Canaria también hay desaparecido un menor de 8 años: Yeremi Vargas, que desapareció el 10 de marzo de 2007 en Vecindario, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana.
Yeremi desapareció a primeras horas de la tarde de ese día cuando jugaba con unos primos en un solar próximo a las viviendas de su abuela y de su tía.
