BARCELONA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno catalán ha detectado que unas 120.000 hectáreas de bosques de Girona y la zona central de Cataluña han sufrido los efectos del temporal de nieve y viento que azotó la semana pasada a Catalunya, principalmente por la caída de árboles, aunque todavía es una cifra aproximativa.
En rueda de prensa tras el Consell Executiu, el conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, advirtió hoy que ante esta situación "hay que intervenir con rapidez, contundencia y eficacia" antes de la campaña de incendios forestales de este verano.
Así, el Ejecutivo anunció líneas de ayudas a los propietarios forestales privados para limpiar sus terrenos y recoger la madera caída, así como un plan de ocupación al que se pueden acoger los ayuntamientos para promover la limpieza de bosques, lechos de ríos y espacios públicos.
Baltasar explicó que han convocado a la mesa de la madera, para dar salida a toda la leña que recogerán con estas actuaciones, aunque admitió que su precio ha bajado.
Según el conseller, a diferencia del año pasado, cuando las ventadas también dejaron muchos árboles caídos en los bosques catalanes, esta vez la zona afectada es de las "más avanzadas" en gestión forestal y existe "una red de propietarios forestales capaces de liderar la gestión sostenible" al estar acostumbrados a llegar a acuerdos y concentraciones con la administración.
Así, destacó las propuestas de la administración para "materializar la recuperación inmediata de la normalidad" de los bosques afectados, y auguró un récord en el tiempo de normalización.
