BARCELONA, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Unos treinta coches aparcados en la riera de Calella de Mar (Barcelona) fueron arrastrados la noche de ayer por la fuerte riada que sacudió la población tras un inesperado aguacero, según informaron los Mossos d'Esquadra.
Las fuertes lluvias caídas ayer por la noche en el Maresme también afectaron a las poblaciones de Sant Pol de Mar (Barcelona), donde los Bomberos tuvieron que realizar 11 salidas, y Pineda de Mar (Barcelona), donde las salidas fueron nueve.
Entre las 21.21 horas y las 23 horas, los servicios de emergencias recibieron unos 40 avisos por la lluvia para bombear agua de bajos y párquings, retirar árboles y ramas de la vía pública o revisar la estructura de algún edificio, según informaron los Bomberos de la Generalitat.
LAS CONSECUENCIAS DEL AGUACERO.
En Calella, un helicóptero de Interior, los submarinistas del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE) de los Mossos d'Esquadra y una embarcación de Salvamento Marítimo siguen rastreando la zona en busca de posibles víctimas como consecuencia de la fuerte riada, que además de llevarse una treintena de coches por delante, se teme que pueda haber arrastrado a alguna persona.
En Pineda de Mar --que estos días celebra su Fiesta Mayor-- el incidente más grave tuvo lugar en el paseo marítimo de esta población, donde se hundió una caseta del recinto de la feria y una de las atracciones estuvo a punto de caer encima de la catenaria de las vías del tren.
En Sant Pol de Mar, los Bomberos recibieron a las 21.27 horas el aviso de que se había hundido el techo de la fábrica Olis Millàs, situada en un polígono industrial, sin producir heridos.
Tanto en Canet de Mar como en Santa Susanna (Barcelona) los servicios de emergencias también recibieron varios avisos que alertaban de vehículos embarrancados en las rieras de estas poblaciones y en la N-II. Con todo, no se han tenido que lamentar víctimas.
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